Política o periodismo

Por Salvador Martínez García

La esencia del periodismo es transmitir, a la sociedad u opinión pública, de los hechos trascendentes con el mayor apego a la verdad posible, esto es con veracidad, sin adjetivar ni calificar.

Existe también el periodismo de opinión o análisis, mediante el cual el autor debidamente conocido vierte sus juicios o conjetura de los hechos referidos. Mezclar indiscriminadamente información y opinión no es lo ideal, se presta a inducción o abierta manipulación hacia el lector.

Además, el periodismo y los periodistas han sido siempre objetivo de gobiernos y poderosos que a través de ellos buscan imponer sus ideas, criterios, versiones e intereses particulares sobre los hechos, mediante posiciones eminentemente políticas que rebasan la pureza periodística, pero que la profesión de informar no ha podido sacudirse a lo largo de la historia.

Todo esto viene a cuento por la polémica desatada en torno a Carlos Loret de Mola, quien ha asumido una posición política de opositor más que la de un periodista, así sea opinador y poco preciso en sus “revelaciones”.

La esencia periodística debe defenderse a pie juntillas, no así la manipulación que mediante pseudo periodismo se pretende hacer en medios impresos, electrónicos y principalmente en la web, sobre todo en sus redes sociales.

El rigor periodístico debe imperar al cien por ciento en el manejo de la información pura y regir con profundidad los análisis u opiniones que en el campo periodístico se viertan.

Ejercer el periodismo no es para activistas políticos como el activismo político no debiera ser para periodistas, aunque en el campo de las libertades todo se vale y en ello se amparan quienes se escudan en el noble oficio de informar para manipular y atacar desde una trinchera ideológica sostenida por el gran capital a gobiernos que no seden a sus presiones ni chantajes. Así las cosas.

SUSURROS

De nueva cuenta Estados Unidos reacciona políticamente para afectar económicamente a un sector de la economía mexicana.

Intempestivamente Washington decidió cerrar sus fronteras al aguacate mexicano, justo cuando sus exportaciones por 3 mil 85 millones de dólares en el 2021 siguen in crescendo.

El aguacate representa el 15.6 por ciento de las divisas que ingresan al país en el sector agropecuario y su crecimiento en el último año fue de 14.3 por ciento. Veremos ahora hasta cuando se reabren las fronteras al aguacate mexicano, símbolo del Super Bowl.

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