Olimpiadas y política

Los juegos olímpicos, como estos de invierno aperturados el pasado cuatro de febrero, son motivo de algarabía y pasión ante la competencia deportiva, pero siempre han escondido las influencias políticas del momento y la intención de las naciones sedes de publicitar sus avances y fortalezas como país.

Por ello, no sorprende que, en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno, Pekín 2022, se haya dado el encuentro binacional Rusía-China y sus líderes, Vladimir Putin y Xi Jinping, hayan públicamente manifestado su alianza política y económica, frente a los desafíos que enfrentan por la estrategia expansionista de Estados Unidos.

El foco rojo que significa Ucrania como víctima de las superpotencias Estados Unidos-Rusía, es muestra de una lucha bipolar en agonía en la que el tercer actor, China, marca la era de la tripolaridad.

La lucha de las naciones en vías de desarrollo, por ser actores activos y no pasivos de la geopolítica, se mostró también en este entorno mundial con la visita del presidente argentino Alberto Fernández a Moscú para ser jubilosamente recibido por un Putin ansioso de aliados donde sea que los encuentre.

Empero, estos esfuerzos por el multilateralismo no logran plenamente fructificar ante la carencia de un bloque de naciones intermedias que logren conformar un frente común ante los intereses de los tres grandes, que por el momento coquetean con naciones como México, solo para ampliar su influencia, más que para compartir decisiones o necesidades.

Joe Biden sabe que este siglo XXI no se ha presentado como el de Estados Unidos, como lo fue el pasado XX, y de su presencia unipolar tras la caída de la Rusia soviética, hoy se enfrenta a la potencia bélica rusa y a la creciente potencia económica china con las que tiene que dialogar y compartir decisiones a riesgo de llevar al Mundo a un colapso bélico. Esperemos nunca suceda.

SUSURROS

La defensa nacionalista del litio es imperativa para conservar los beneficios de este mineral para los mexicanos por haberse convertido en un recurso estratégico a nivel mundial.

De acuerdo al servicio geológico mexicano en 18 estados de la República existen yacimientos de litio, por lo que puede dar grandes beneficios a Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas.

La riqueza del mineral debe ser para la nación entera y no solo para unas cuantas empresas transnacionales que buscan a toda costa su extracción privada por ser el litio el elemento vital para la industria cibernética

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