“En política, si las cosas no cambian es que siguen igual”

Lo cierto es que El Filósofo de Güémez adquirió popularidad a raíz de que un escritor modesto, Ramón Durón Ruiz, recopiló sus frases en varios tomos.

La frase que titula este texto encaja, diría el clásico, “como anillo al dedo” en la realidad mexicana de hoy. Sin embargo, es sólo una de las geniales ocurrencias de un personaje casi mítico al que se atribuyen cientos o quizá miles de perlas de la lógica popular: el Filósofo de Güémez.

Me temo que a estas alturas son ya pocos los que conocen a este maestro de la filosofía de la obviedad. Debo confesar que durante mucho rato fui fanático de los libros que recogían sus frases y que alcanzaron en su momento decenas de ediciones. En su mayoría, hacían referencia propios de su entorno campirano, como aquella de que “si dos montan en un caballo, uno de ellos va detrás”, o “agua que no corre, es charco”.

Sin embargo, también tiene abundantes referencias políticas. “El mes que menos hablan los políticos es febrero… ¡tiene 28 días!”, es una de ellas.

Encontré una muy atinada descripción de este personaje singular, escrita por el periodista Erik Vargas, editor de Milenio Digital Tamaulipas: “El Filósofo de Güémez tiene un estilo peculiar para decir obviedades y sobre lógicas, de una manera tan sencilla sin llegar al cantinfleo, pero que coinciden en los absurdo, incluso la deconstrucción de refranes populares, en varias de las ocasiones llevan a hacer una reflexión sobre la vida cotidiana, de las contradicciones diarias del ser humano”.

Lo más interesante es que se trata en realidad de un personaje ficticio cuyos dichos se atribuían a diferentes habitantes del pequeño municipio de Güémez, en el centro-oeste de Tamaulipas, durante la segunda mitad del siglo 19. La población, cuya cabecera tiene hoy apenas mil 250 habitantes, fue fundada por José de Escandón, Conde de Sierra Gorda, el 1o. de enero de 1749, lleva el nombre de Güémez como deferencia al virrey Juan Francisco de Güémez Horcasitas Aguayo, Primer Conde de Revillagigedo.

Uno de esos personajes que pudieran haber encarnado al Filósofo era un carpintero dicharachero y lépero de nombre José Calderón Castillo. Otro, un ranchero recio e iletrado llamado Darío Guerrero. a quien se atribuía una gran inteligencia y un innato sentido del humor.

Lo cierto es que El Filósofo de Güémez adquirió popularidad a raíz de que un escritor modesto, Ramón Durón Ruiz, recopiló sus frases en varios tomos, que publicó con gran éxito como ediciones de autor. Murió en mayo de 2016 en un accidente automovilístico en el estado de Puebla, cuando trabajaba en una campaña electoral del PRI en Veracruz.

“Así pasa cuando sucede”.

La filosofía de la obviedad adquiere trascendencia en la medida en que describe hechos ciertos, sean de la vida cotidiana, del amor, del trabajo, de la naturaleza o de la política.

Y pienso que en estos tiempos turbulentos no caen nada mal algunas píldoras de buen humor, así sean –ese es su gran valor—meras obviedades. Escogí estas 25, como una pequeña muestra de las ocurrencias de ese filósofo pueblerino:

1.- Si no llegó… es porque no vino.

2.-Todo lo hondo es bien profundo.

3.- Camarón que se duerme… no amanece desvelado.

4.-La confianza dura hasta que se acaba.

5.-Curva que se endereza: es recta”.

6.- El que tenga puercos que los amarre y el que no, no.

7.- Todo lo que entra tiene que salir, a menos que se quede adentro”.​​

8.- Cría cuervos ¡y tendrás muchos!”

9.- Trabajar nunca mató a nadie, pero pa’ qué chingaos arriesgarle.

10.-Si caminas despacito, llegarás más tardecito.

11-.Si fuera tan genial no habría nada que aclarar.

12.-Estas más delgada que cuando estabas más gorda.

13.- Todo lo que sube tiende a bajar… a menos que se quede arriba.

14.- Árbol que nace torcido, es porque no le pusieron palito.

15.- Cuando el gallo canta en la madrugada… pue’ que llueva mucho, que llueva poco o que no llueva nada.

16.- Las vacaciones son como las brujas… se pasan volando.

17.- Andamos cómo andamos porque somos como somos.

18.- La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena.

19.- ¡La confianza dura… hasta que se acaba!

20.- El que pide la mano de una mujer… lo que realmente desea es el resto del cuerpo.

21.-El que anda hecho madre se muere, y el que no… también.

22.- Todo tiempo pasado fue anterior.

23.- Pa’ que el barco flote… a fuerza tiene que estar en l’agua.

24.- Se está muriendo mucha gente que no se había muerto antes.

25.- Si dos perros corretean a una liebre y el de adelante no la alcanza, el de atrás… menos.

Y la joya de la corona, que es una frase vigente (sin dedicatoria, conste): “En política, si las cosas no cambian es que siguen igual”. Válgame.

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