San Pedro no tan santo
Sin duda alguna, el proceso electoral llegó por adelantado y en Nuevo León no se ha hecho esperar. Algunos ya con el banderazo de las candidaturas independientes tomaron posiciones para decir, estamos listos, como lo hizo el alcalde de San Pedro Garza García, Miguel Treviño.
Contrario a lo que muchos creyeron, Treviño no tuvo los suficientes apoyos para dar el salto a buscar la gubernatura ya fuese por la vía independiente o por Movimiento Ciudadano.
Quienes lo apoyan, creen que los líderes de MC no se atrevieron a sacar de la jugada a Samuel García. Sus opositores consideraron que no le alcanzaba, por lo que se vio obligado a repetir en un municipio que cada día le reclama más.
No obstante, su camino a la reelección no será sencillo. Por un lado, están las llamadas viudas de Miguel, quienes le dieron el voto y hoy se sienten traicionadas. El alcalde no les cumplió con la cancelación de los museos de Fernández Garza. También, se sienten ignoradas en su demanda para no concesionar los parques. Les ha sorprendido verlo autoritario y poco amigable con las audiencias ciudadanas en los presupuestos, no solo de forma directa, sino vía algunos de sus miembros del cabildo y sobre todo de quien se encarga de la participación ciudadana.
Por otro lado, existen actos incomprensibles en los que no ha disminuido la nómina como lo prometió en campaña. Los cuantiosos gastos no se justifican como el ejemplo de las despensas de apoyo COVID: según lo mostrado, cuestan mas que una despensa en un HEB del municipio con ingreso per cápita más alto en el país.
Así las cosas, Treviño se registró para buscar la reelección. Lo que si llamó la atención es cómo llega ya sin su cabildo inicial. Miguel ha decidido dejar por lo menos a tres que no le aplaudieron todos sus deseos en la banca: a la regidora Dieck, quien más de una vez se le ha opuesto y reclamado acciones que no van en la dirección de lo prometido; Alejandro Páez, ex alcalde de San Pedro y Santa Catarina que ha presentado conflicto de intereses graves al tener trabajadores ligados a su persona en puestos claves municipales, y por último su ex jefe de campaña, José Mario Garza quien le ha desmentido abiertamente decisiones y procesos.
Ante esto y viendo que a Treviño no le gusta, como a su antecesor, que lo critiquen o cuestionen, prefirió no invitarlos y jugar con una pelota nueva y más poderosa ante la posibilidad de no poder retener el municipio. Invita a la hija de un priísta y joven promotora de iniciativas verdes; a quien es hijo de alguien que llegó a sonar como posible competidor, David Noé Ramírez. No cabe duda de que Miguel Treviño ha aprendido rápido de los amarres para salir adelante ante la posible competencia de Fernández Garza y sobre todo buscar no tener enfrente voces que le exigen apegarse al deber ser. También creó ya un puesto so pretexto del COVID para pagarle desde ahora a su jefe de campaña con el erario municipal e iniciar su precampaña.
El demócrata y supuesto independiente solo pudo sostenerse como tal un año y hoy ya se ve quién es realmente.