Dinero caro

Por Salvador Martínez García

El incremento en las tasas de interés anunciado ayer por el Sistema de Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, de 0.25 por ciento, aumenta la incertidumbre económica global.

A la contracción en el desarrollo provocada por dos años de la pandemia por Covid-19, se suma la guerra de Ucrania, el incremento inflacionario, el desempleo y otras calamidades que se presentan en todos los países del orbe.

Desde diciembre del 2018 no había aumentos en las tasas de Fed, aunque lo peor es que será el primer aumento en el año, pues los analistas estiman que llegará a 2 por ciento para finales del 2022.

El descontrol inflacionario en Estados Unidos y en el mundo, anticipa no sólo carestía sino dificultad en la generación de empleos, menor crecimiento, mayor desigualdad y baja producción.

México es víctima de todo ello aun cuando aquí hay muchas voces que acallan las causas globales para hacer creer que todo es responsabilidad del Gobierno nacional, el cual ha logrado mantener finanzas sanas, crecimiento y menor inflación que en otras naciones, incluso que Estados Unidos.

Las expectativas mundiales como nacionales no son halagadoras, peor aun cuando desde China llegan noticias de un rebrote del Coronavirus que ha provocado regresar al confinamiento a 30 millones de chinos.

Pandemia, guerra e inflación son muy mala receta.

SUSURROS

Los precios del petróleo son el mejor ejemplo de la volatilidad de la economía del mundo, su baja a precios por debajo de 100 dólares por barril, aunque positiva, no parece ser duradera.

La crisis petrolera no daña sólo a Rusia, sino aún más a los países importadores de hidrocarburos, como a los integrantes de la Unión Europea, especialmente a Alemania y a los propios Estados Unidos que a pesar de contar con energéticos el aumento de los precios en las gasolinas ha disparado la inflación.

Aquí, el subsidio a las gasolinas ha impedido un fuerte aumento en los precios, así como un mayor impacto en la inflación, lo que ha permitido mantener la estabilidad en la cotización peso-dólar.

Hasta ahora no es posible anticipar hasta cuándo durará esta estabilidad, pero es indudable que ha sido un logro.

Desde luego que las críticas al manejo de la economía por parte del régimen nacional continuarán sin querer ver todas las aristas de los grandes problemas mundiales que hoy nos acechan.

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