2.77%

Hemos cumplido dos años desde aquel 16 de marzo de 2020 en el que el mundo tuvo que encerrarse. Tras el miedo y la incertidumbre, vino la reflexión y esperanza. Hoy parece un sueño, un mal sueño. Si bien tuvimos la oportunidad de valorar en su justa medida cosas que dábamos por hecho: la salud, la familia y las pequeñas situaciones como salir a dar un paseo caminando, también tuvimos la oportunidad de reflexionar: ¿quiénes somos?, ¿a dónde vamos?, ¿cómo queremos vivir nuestras vidas?

Debo poner en contexto que esta reflexión es meramente taurina, el mundo está viviendo cosas terribles, la invasión rusa a Ucrania es una atrocidad, parece que no hemos aprendido nada como humanidad. Nuestro querido México, el del color, la alegría, la cultura, la historia, las tradiciones, la arqueología, la naturaleza, la gente buena y trabajadora, orgullosa de sus raíces está inmerso en un resentimiento social terrible, provocado desde la cúpula política, desde la inoperancia de diputados y senadores entregados ciegamente a un régimen que pretende vapulear lo que somos como país y transformarnos en lo que se prometió cambiar, la pobreza y el desgobierno.

Contextualizando en el mundo del toro, México vive un momento de inmenso potencial taurino. Cuando escribo potencial no me refiero al futuro sino a la potencia presente. En un mundo globalizado, el toreo no debería estar ajeno, sin embargo, una cosa es que podamos ver en nuestro dispositivo móvil una corrida de toros en España en vivo a que realmente la tauromaquia ejerza la globalización.

El malinchismo que siempre hemos padecido como sociedad, en la taurino nos tiene sumergidos en la inseguridad capaz de cegarnos y desaprovechar el fantástico momento que podemos crear, para reforzar la Fiesta en México, hacer nuevos aficionados que se identifiquen con sus toreros, motivo de orgullo y abrazo a la tauromaquia, librándonos de una vez por todas de pensar que, si no hay extranjeros, no hay categoría.

Me duele el orgullo al ver que la tauromaquia mexicana actual, representa el 2.77 % del elenco presentado en la feria más importante del mundo: San Isidro en Las Ventas de Madrid. De 72 puestos posibles en 24 corridas de toros, solamente Joselito Adame (17 de mayo) y Leo Valadez (22 de mayo) han sido considerados, correcto el 2.77 % del elenco. De las 24 corridas, en 2 van mexicanos, el 8.33 %.

Sin temor a equivocarme, los 20 primeros de nuestra baraja tienen argumentos, capacidad, talento, merecimientos y torería para torear en Madrid. Desde veteranos con 25 años de matadores que no han confirmado su alternativa, hasta toreros de reciente doctorado. Vamos muy bien representados, no me cabe duda, pero el desprecio de Plaza 1 (empresarios de Madrid) a nuestra tauromaquia hace que me hierva la sangre.

En las novilladas nos fue bien, hay que reconocerlo, de 9 puestos en San Isidro, 2 son para mexicanos: Isaac Fonseca y Arturo Gilio, el 22.22 % de los puestos. De las 3 novilladas, en dos van mexicanos, el 66.33 %.

Hacer crecer nuestra tauromaquia, no depende de la reciprocidad de cómo nos ven allá. Para que nos tomen en serio, el ejemplo lo debemos dar nosotros y apostar por lo de aquí. Trágico será que se nos vaya el momento y que la competencia entre toreros mexicanos quedara vapuleada por el malinchismo.

La Feria Nacional de San Marcos ha dado a conocer los carteles. 13 corridas de toros y una novillada. En estas 13 corridas, se generan 43 puestos, de los cuales 11 ocupan extranjeros, el 24 %. De las 13 corridas en 11 hay algún extranjero, el 84 %. Aquí preciso, que no es un tema de que haya extranjeros, sino qué extranjeros.

De aplaudir la presencia de Julián López “El Juli” en dos tardes lo mismo que Roca Rey y Talavante con una corrida. El resto dudo, ojalá y me equivoque, será negocio.

Aquí no caben gustos, ni jugarle al empresario detrás de un teclado, el dinero se lo juega la empresa y deseo que alcancen un éxito rotundo tanto en lo artístico, social y económico. Aguascalientes lo merece.

Lo que me inquieta es no capitalizar como estructura taurina lo que tenemos y el momento que vivimos, todos llevamos responsabilidad en ello y el público tiene la última palabra.

Texcoco presentó su feria, 7 festejos que arrojan 25 puestos de los cuales 7 son para extranjeros, el 28%.

Deseo equivocarme y lo reconoceré públicamente en este espacio, espero, aunque recordando al gran José José: “Pero lo dudo…”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *