Revocación-Farsa: ¡NO VOTEMOS!

Por Martín Moreno-Durán

No votar en esta ocasión también es una forma de participar. ¿Por qué? Porque con la decisión de no hacerlo, el votante influye directamente en que la Revocación de Mandato no sea vinculante.

Los hechos. La manipulación. El objetivo. La propaganda. Los riesgos contra nuestra democracia. Las advertencias de especialistas electorales. Todo se conjuga para que, a estas alturas, podamos asegurar que la Revocación de Mandato promovida por López Obrador y alentada por la 4T, es una farsa. Una trampa. Un ejercicio partidista que solamente servirá para alimentar el ego de poder y locura de AMLO como plataforma política con fines electorales. ¿Lo mejor para la democracia? No votar esta vez y demostrar así que la fuerza política de AMLO y Morena van en caída libre.

Aquí, los hechos y las razones de fondo para no votar este 10 de abril:

Es consulta ilegal. ¿Por qué? Porque la Constitución establece que el Presidente de la República permanecerá en su cargo seis años (Artículo 83), y que el cargo sólo es renunciable por causa grave. ¿Para qué, entonces, una consulta?

Para que la Revocación de Mandato sea vinculante (con validez y efectos legales), se necesitan 37 millones de votos. No validemos, pues, una ilegalidad.

Reparto ‘Las crónicas de Narnia’

No votar en esta ocasión también es una forma de participar. ¿Por qué? Porque con la decisión de no hacerlo, el votante influye directamente en que la Revocación de Mandato no sea vinculante. A menos votos, cero vinculación.

La consulta está viciada de origen: las firmas para llamar a Revocación de Mandato las reunió la 4T, así como la convocatoria. Es un ejercicio estrictamente partidista. “La Revocación de Mandato fue establecida en la Constitución, a fines de 2019, para que la pudieran solicitar los ciudadanos inconformes con el desempeño de un Presidente y que reunieran al menos tres por ciento de las firmas de quienes están inscritos en la lista de electores. En cambio, la consulta del día 10, como todos sabemos, fue promovida por partidarios de AMLO”. (Raúl Trejo Delarbre. La Crónica. 27/Marzo/2022).

¿Cuál es el propósito verdadero del 10 de abril? Debilitar al INE. De ahí que desde Palacio Nacional se ordenaran los recortes de presupuesto al Instituto y los ataques constantes de López Obrador contra el INE. La Revocación de Mandato solamente es la herramienta para intentar dinamitar al Instituto electoral, algo que atenta abiertamente contra nuestras bases democráticas.

En lo político, López Obrador nunca ha reconocido una derrota electoral. Ni en 2006, cuando lo derrotó Felipe Calderón a golpe de votos, ni en 2012, cuando le ganó Peña Nieto. Así que si el ciudadano que busca con su voto decidir que AMLO se vaya de la Presidencia, sencillamente está perdiendo su tiempo.

AMLO y Morena hacen un cálculo tramposo: presumen que todavía tienen asegurados los 30 millones de votos que obtuvieron en 2018 para ganar la Presidencia. Se equivocan: López Obrador ha perdido alrededor de 25 puntos de respaldo popular durante su Gobierno: de 82 por ciento que registraba en febrero de 2019, ahora promedia 57 por ciento (El Financiero. 4/Abril/2022). En votos duros, de acuerdo a especialistas electorales, esta caída se traduce entre 10 y 12 millones de votos menos. Por ello, AMLO y sus propagandistas urgen a los ciudadanos a que voten, para dar la falsa impresión de que aún mantienen el mismo apoyo electoral que en la pasada elección presidencial. Se niegan a reconocer que por el pésimo Gobierno de la 4T, esa votación ya se les diluyó. De ahí su desesperación para obtener el mayor número de sufragios. No seamos parte de la engañifa.

Este punto va ligado al anterior: tras la elección intermedia de 2021, López Obrador recibió un golpe de realidad: volvió a su techo electoral tradicional: alrededor de 15 millones de votos, obtenidos en cada una de las elecciones presidenciales de 2006 y de 2012, en promedio. Adiós a los 30 millones de votos ganados en 2018. Esos ya no existen. Se evaporaron por el mal Gobierno y el natural desgaste del poder presidencial. Y si en la Revocación de Mandato del próximo domingo se registra una votación baja (entre siete y 10 millones de votos), se confirmará que AMLO y la 4T ya sólo cuentan con su voto duro. Ese es su temor para el 10 de abril: que se caiga la mascarada de los 30 millones de votos de 2018, y que, a golpe de votos, se les regrese a su realidad electoral. En todo caso, esta Revocación medirá el éxito o el fracaso de AMLO como Presidente.

Una votación baja que no vuelva vinculante a la Revocación de Mandato, complicará tentaciones legaloides a futuro. Por ejemplo: que con base en una consulta popular, se plantee la “Ampliación de Mandato” para López Obrador si pretendiera gobernar más de seis años, bajo esquemas similares practicados con Hugo Chávez en Venezuela y con Evo Morales en Bolivia. Recordemos la fascinación que los dictadores latinoamericanos despiertan en AMLO.

“Al Presidente, los ciudadanos lo designan para que cumpla con una gestión de seis años (en este caso de cinco años con 10 meses debido a los ajustes que se hicieron al calendario electoral). Por eso es discutible la pertinencia de una votación para impedir que gobierne durante el periodo para el que fue electo. Pero ya que existe, hay que recordar que la revocación es un procedimiento para que los ciudadanos descontentos castiguen a un Presidente. Lo que quieren quienes ahora la impulsan, es que esa votación sea un premio para López Obrador. No buscan revocarlo sino, como dicen en su propaganda, quieren ratificarlo”. (Raúl Trejo Delarbre).

“La actitud más responsable desde el punto de vista democrático, es abstenerse de participar en la consulta. La única forma de combatir la violación al marco legal y las provocaciones de Morena y del Gobierno, es darle la espalda a este ejercicio de propaganda política. Las urnas vacías serán la mejor señal de que, ante el engaño, es mejor la abstención”. (Luis Carlos Ugalde, expresidente del IFE. El Financiero. 15-Marzo-2022).

¿Cuánto nos costará a todos los mexicanos este capricho ególatra de López Obrador? Mil 692 millones de pesos. (Fuente: INE).

En su cuenta de TW, el periodista Sergio Sarmiento hizo la siguiente pregunta el pasado 28 de marzo: ¿Piensa usted votar en la consulta por Revocación de Mandato del Presidente López Obrador? Votaron 29 mil 928 ciudadanos, cifra respetable. El 92 por ciento respondió que NO votará. Sólo el 6 por ciento dijo que SÍ. 1.8 por ciento, no sabía.

Es lo que se le viene a AMLO y a la 4T con esa engañifa llamada Revocación de Mandato: el fracaso.

La gente no se tragó la farsa de “democracia participativa”.

AMLO quiere propaganda política, no democracia real.

No caigamos en el jueguito.

¡NO VOTEMOS!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *