Política internacional brilla… por su ausencia
Durante el informe, el presidente de la República se refirió solamente a tres temas que tienen una relación con la política exterior nacional o, en todo caso, con vínculos con el exterior. En primer lugar, mencionó el aumento de las remesas. En segundo lugar, señaló que «la inversión extranjera ha sido la más alta de los últimos tiempos». Y, por último, calificó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) como un acierto por permitir que Méxio sea «uno de los países más atractivos del mundo para la inversión, el desarrollo económico y el comercio”.
No obstante, a mi juicio, era fundamental que el presidente López Obrador hiciera alusión al papel que ha tenido México como Estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas, particularmente durante las exhaustivas y constantes discusiones sobre la agresión de Rusia a Ucrania en el seno de múltiples instituciones y programas afiliados a la mayor organización internacional de vocación universal.
Basta mencionar dos ejemplos importantes: El apoyo y voto a favor de la resolución del Consejo de Seguridad que condena las acciones del gobierno ruso; y la promoción, junto con el gobierno de Francia, de una resolución de la Asamblea General que hizo un llamado al cese inmediato de las hostilidades en Ucrania, a la protección de las personas civiles y al respeto del Derecho Internacional Humanitario.
Con estos hechos plausibles se revivió, aunque sea por unos momentos, la etapa dorada de la política exterior de México: Cuando grandes diplomáticas y diplomáticos condenaron, al más alto nivel, actos contrarios al Derecho Internacional perpetrados por diversos actores pero, sobre todo, aquellos que violaban flagrantemente los derechos humanos.
Destacar, retomar y dar continuidad a una política exterior activa debería ser una prioridad para un gobierno que pretende transformar al país, aunque todo indica que esto no ocurrirá. Al parecer, se cumplirá lo que el presidente López Obrador y otras personas funcionarias de su gobierno han repetido en reiteradas ocasiones: «La mejor política exterior es la interior».