Curarse en salud: caso Crédito Real

Las autoridades financieras no pudieron ser más claras la noche de este lunes. La posición financiera de Crédito Real es desfavorable y se perfila para convertirse en un tremendo dolor de cabeza para el sector financiero, pese a que insistan que no representa un riesgo sistémico.

Así como en el pasado se tuvieron los problemas con vivienderas, por mencionar uno de las cuestiones más significativos para el sector financiero, ya que afectó e impactó a varios bancos y empresas, el de Crédito Real será un ejemplo de lo que no debió hacerse.

Por lo pronto las autoridades tratan de distanciar el problema de la firma con el resto del sector financiero, que en el caso de la banca salió bien librado de la quiebra de dos instituciones, pero con esta Sofom no regulada puede abrir la puerta para dejar claro que hace falta mayor supervisión en estas figuras, que la autorregulación y la vigilancia que esperaban que daría el mercado era suficiente, pero la realidad parece decir que no fue así.

En lo que va de 2022, las acciones de Crédito Real acumulan ya una caída de 82 por ciento y con vencimientos de deuda que suman 14 mil 639 millones de pesos, de los cuales 52 por ciento corresponde a líneas de crédito revolvente; con estos datos oficiales la perspectiva no se ve positiva.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público explicó en un comunicado que Crédito Real es una empresa dedicada a otorgar créditos a población de bajos ingresos y préstamos de nómina (nominera), y en el cuarto trimestre de 2021 la empresa reportó una pérdida neta de 359.4 millones de pesos. En febrero de 2022, Crédito Real incumplió el pago de un bono de 170 millones de francos suizos.

Si bien la empresa se encuentra reestructurando su cartera y está valorando acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, el panorama, reconocen todos los analistas, no se ve nada fácil y ante eso la autoridad prefirió marcar su raya y recordar a todos que Crédito Real no es una institución sistémicamente importante a nivel local, pese a ser una de las nomineras más grandes de México y en caso del default de la institución no implica un riesgo para la estabilidad o funcionamiento del sistema financiero mexicano, ni se anticipa un efecto de cascada para otras instituciones. ¿Será?

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Y en el otro lado de la moneda, la labor que ha venido haciendo Village Capital para ayudar a emprendedores a llevar a cabo sus proyectos, ha permitido que desde 2009 más de mil 110 emprendedores se hayan preparado para recibir inversiones; solo el fondo afiliado, VilCap Investments, ha invertido en más de 100 exalumnos de programas, incluyendo a nueve compañías en etapa temprana en Latinoamérica como ePesos (2016), Fintual (2017) y Huli (2017).

Lo anterior, les cuento porque para Daniel Cossío, quien es el director regional para Village Capital Latinoamérica y que ha trabajado con al menos 130 startups de toda la región ayudando a impulsar su crecimiento, reconoce que hay un problema mayor sobre las finanzas en América Latina y es la falta de salud financiera; que las personas desconocen cuál es su verdadera situación financiera, y en ese punto, considera que la innovación tecnológica ya está creando alternativas para que los latinoamericanos puedan tener estabilidad financiera con la llegada de más startups tecnológicas de ‘salud financiera’, que incluye el hecho de que las personas puedan tener acceso a un préstamo cuando lo necesiten, administrar sus finanzas personales y planear un futuro estable con flujo de efectivo y con beneficios laborales. Eso sí, se debe tener cuidado de no caer en aquellos que abusan con tasas altas. Sin duda, las startups de servicios que ahora trabajan en enfoques alternativos serán un elemento más de competencia en el sector financiero, ya veremos qué entidades tradicionales se enfrentan mejor a ello. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

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