Incertidumbre y riesgos en la economía mexicana
Después de un mes de agosto caótico para los mercados a nivel global ante el recrudecimiento de las tensiones comerciales entre EU y China, así como por el incremento de la probabilidad de un Brexit sin acuerdo, el retiro de EU del pacto nuclear, la situación en el Medio Oriente, y las protestas en Hong Kong, los mercados han encontrado cierto alivio ante la perspectiva de mayores medidas de estímulo monetario por parte de los principales bancos centrales alrededor del mundo.
En este contexto, el mercado da por hecho que el 18 de septiembre, día de la próxima reunión del Fed, se reducirá nuevamente la tasa de los Fed Funds. También se espera que el Banco Central Europeo anuncie un agresivo paquete de medidas de estímulo, luego de datos decepcionantes de actividad económica en Alemania y con una perspectiva de que la inflación se mantiene lejos de 2 por ciento. Con relación a las economías emergentes, se espera que la mayoría continúe con el ciclo de baja de tasas iniciado en julio, destacándose la posible reducción en México y en Brasil. Lo anterior, ante un escenario de desaceleración económica, inflación bajo control y elevados riesgos geopolíticos.
En nuestro país, la economía sigue debilitándose más rápido a lo esperado y los especialistas siguen revisando a la baja sus estimados para 2019-2020. El pronóstico del IMEF, referente al crecimiento del PIB para 2019, se revisa de 0.6 por ciento en el previo mes de agosto a 0.4 por ciento en el presente mes, mientras que para 2020 el pronóstico baja de 1.4 por ciento a 1.3 por ciento. La incertidumbre se alimenta tanto por factores externos como internos, destacando en el primer caso el creciente temor a una recesión en la economía global, especialmente ante los riesgos geopolíticos antes mencionados. En cuanto a la inflación, el pronóstico para 2019 pasó de 3.8 por ciento en agosto a 3.5 por ciento en septiembre, mientras que para 2020 se espera un crecimiento de los precios de 3.7 por ciento a 3.6 por ciento.
Por todo lo anterior, el panorama económico se ve cada día más complicado y si bien el Paquete Económico 2020, entregado recientemente a la Cámara de Diputados, integra estimados macroeconómicos realistas, cercanos a las expectativas de los mercados en torno a inflación, tasas y tipo de cambio, los relacionados al crecimiento y a la producción petrolera están por encima del consenso del mercado.
Bajo este contexto, en el IMEF consideramos que el Presupuesto presentado lleva implícito un riesgo importante de captar menos ingresos a los previstos y requerir recortes adicionales al gasto, si la actividad económica crece en línea con lo esperado por los mercados y por debajo de la estimación de la Secretaría de Hacienda. También se percibe un riesgo considerable en la expectativa de crecimiento de la producción petrolera, que de no alcanzarse podría afectar negativamente las finanzas de Pemex, los ingresos petroleros del gobierno federal y las calificaciones de la petrolera y de la deuda soberana.