Gobierno de Boric: Un inicio con turbulencias – EMOL
Por Rodrigo Arellano
Como todo equipo nuevo que inicia un torneo, las expectativas son altas. El equipo capitaneado por el Magallánico Gabriel Boric ha agotado todas las entradas del estadio. Sonó el pitazo inicial. Han transcurridos algunos minutos, aún queda partido por jugar, pero luego de estos primeros minutos el equipo del gobierno no ha mostrado mucho. La defensa ha estado poco prolija, lenta e insegura. El medio campo no ha sido capaz de generar ninguna jugada de gol a los delanteros del equipo.
¿La oposición ha sido un equipo que ha jugado magistralmente? La verdad no. Ha cumplido, está bien parada, pero hasta ahora ha tomado palco de los errores del equipo del gobierno, de las peleas y conflictos que vienen desde la barra y banca del equipo gobernante. En una jugada discutible, que el arbitro revisó varias veces, el VAR salvó de la expulsión luego de un grosero error a la contratación estrella del presidente Boric, la ministra Siches, que desde el minuto inicial esta jugando con tarjeta amarilla“.
Si gobernar fuese parecido a jugar un partido de fútbol, el primer mes de Gabriel Boric sería similar al relato anterior. El 11 de marzo asumió la primera magistratura con una gran expectativa por parte de la ciudadanía. Luego del importante triunfo obtenido en la segunda vuelta sobre José Antonio Kast, daba inicio a lo que muchos hemos denominado un nuevo ciclo político del país. Hasta ahora ha sido un comienzo en deuda, con un presidente más ausente de lo que parece la medida justa para estarlo. La gira a Argentina y la red social twitter comentando futbol han sido los espacios donde más ha estado presente.
Sus ministros políticos claves han cometiendo errores demostrando, este primer mes, poca preparación para el desafío de gobernar. El ministro Jackson apostando equivocadamente en la conformación de la mesa del Senado, e imponiendo urgencias a proyectos de ley conflictivos, como lo es el de indulto de los procesados por delitos cometidos post 18 de Octubre, no ha sido el aporte esperando en esa cartera. Una columna completa podríamos dedicar a los errores cometidos este primer mes por la Ministra Siches. El fracaso de la gira a la Araucanía, el conflicto con el uso del término Wallmapu, o indicar que en nuestro país existen presos políticos cuando sabemos que es falso, son algunos de ellos. Por eso a nadie le habría extrañado que luego del grosero error en la Cámara de Diputados la semana pasada, indicando que en el gobierno anterior un avión había despegado con expulsados a Venezuela y había regresado con ellos, hubiese tenido que dar un paso al costado.
Fuera del funcionamiento del gobierno las noticias no son auspiciosas. La presión de los parlamentarios oficialistas por empujar un quinto retiro de los fondos de pensiones pone en jaque parte del programa económico. Las noticias que vienen desde el ex congreso nacional, el revanchismo y la poca capacidad de diálogo, que han tenido convencionales cercanos o de la misma coalición del gobierno, han logrado lo que hace unas semanas parecía impensado, la posibilidad que gane la opción rechazo en el plebiscito de salida es muy real. Esto sería un golpe al gobierno de Boric. El presidente ha puesto parte importante de su capital político en este proceso.
El balance de este primer mes no ha sido positivo. De esto no existen dudas. Ha sido un “despegue con turbulencias”, dicho por el propio Gabriel Boric. La caída abrupta en las encuestas reflejan esta decepción por parte de la ciudadanía. Si Boric quiere enmendar el rumbo va a tener que tomarse en serio el rol de gobernar. Se requiere dotar rápidamente a los ministerios más débiles de personas con capacidad política y con experiencia, y asumir la firme decisión de ordenar a sus convencionales, que hasta el minuto han hecho oídos sordos en la solicitud de construir una constitución para todos los chilenos. El presidente debe entender que el éxito del proceso constituyente será fundamental para el éxito de su gobierno, de otra forma “las turbulencias” harán que el avión comience una caída libre.