Y si no es la Guardia y no hay policías, ¿entonces?
El principio rector de las tres seguridades -interior, nacional y pública- es la salvaguarda de la estabilidad interna y el bienestar de los ciudadanos. Y la inseguridad es la confrontación entre grupos delictivos que violan la ley y la obligación del Estado de utilizar la fuerza para derrotarlos.
La inestabilidad en seguridad pública, con efectos en la interior y nacional, comenzó en 1982 con el relevo de la élite gobernante de políticos que lograron un entendimiento con los grupos delictivos, pero se siguieron de frente hasta administrarlos. Los tecnócratas no entendieron la lógica de la seguridad interior y luego los políticos electorales sacaron a seguridad del espacio de la estabilidad del sistema/régimen/Estado y se dedicaron durante tres sexenios a experimentar modelos de seguridad que descansaron en la construcción de una élite político-policiaca que terminó también involucrándose con los grupos delictivos.
La seguridad de la sociedad y el Estado es un tema que se engloba en el mantenimiento de la soberanía de las instituciones ante enemigos externos -la seguridad nacional- y enemigos internos -la seguridad interior-. La crisis de seguridad provocada por los atentados terroristas del 9/11 de 2001 condujo a la Casa Blanca a crear el Departamento de Seguridad de la Patria y las leyes patrióticas que le dieron hegemonía a los principios rectores de la seguridad del Estado.
En tanto que la seguridad nacional y la seguridad interior tienen que ver con la seguridad de la República, la función corresponde a los enfoques de seguridad del pensamiento militar, aunque ajustados a los criterios y necesidades de respeto a las leyes civiles. Ante la incapacidad para construir una doctrina policiaca y una estructura de control civil, el único camino ha sido el de utilizar a las fuerzas militares en tareas de seguridad interior ante la capacidad económica y armada de los grupos delictivos contra el Estado.
Lo que falta es un tiempo no menor de diez años para capacitar a las fuerzas de seguridad provenientes del sector militar y evolucionar en el único método posible de capacitación: ensayo y error.