¡Atención! No confundir: estrategia y modelos de negocio
Dedico esta columna a mi amigo y colega Agustín Llamas Mendoza (1960-2022) que falleció repentina y sorpresivamente la semana pasada. Profesor del IPADE, profundo y acertado analista de las realidades políticas de México y el mundo; escritor, estudioso y promotor de la democracia participativa y comprometida. Extrañaremos mucho su valiosa amistad, su buen humor, su interés por los demás, sus agudas observaciones y su amor por nuestro país, México. Descanse en paz.
Saberse una buena historia
¿Qué es un modelo de negocio? Lo hemos definido muchas veces: nos describe quiénes son los clientes, cuáles son sus necesidades (o cómo solucionan sus problemas), cuál es la propuesta de valor que les ofrecemos para satisfacer esas necesidades, cómo elaboramos y entregamos esa propuesta de valor y cómo “hacemos negocio”, es decir, cómo obtenemos una utilidad al entregarla (como afirmaba mi maestro Joan Ginebra, es responder a: ¿Dónde está la lana?).
Si lo deliberamos bien, podríamos pensar que el modelo de negocio tiene que ver con saberse (y también con saber contar) una buena historia que nos dice cómo funciona la empresa.
Para el gran gurú del management, Peter Drucker, un buen modelo de negocio responde a las preguntas: ¿quién es el cliente? y ¿qué es lo que valora el cliente? También responde las preguntas fundamentales que todo director debe hacerse: ¿cómo ganamos dinero en este negocio? ¿cuál es la lógica económica subyacente que explica cómo podemos entregar valor a los clientes a un costo apropiado?
Toda empresa que crece y tiene utilidades se basa en un modelo de negocio sólido. Modelo que sus directores pueden concebir y expresar muy explícitamente…, o no. ¿Qué quise decir? Que el modelo de negocio existe, independientemente de que esté formalizado por escrito (algo que siempre es bueno y recomendable hacer).
¿Y dónde quedó la estrategia?
Un modelo de negocio no es lo mismo que una estrategia, aunque muchas personas, actualmente, usan los términos indistintamente. Los modelos de negocios describen (en sistema, como mencionamos más arriba) cómo encajan las piezas de un negocio. Pero no tienen en cuenta una dimensión crítica del rendimiento: la competencia (como lo señala Joan Magretta, quien por muchos años fue editora de la Harvard Business Review y que algo conoce del tema).