La minería no es un lastre, es una fuente de empleo
¿Revisar las concesiones mineras? Ese ha sido uno de los ataques más recurrentes del principal saqueador de la minería en México, Napoleón Gómez Urrutia, sí, el mismo que se ausentó por más de 12 años del país por hacerle al mago y desaparecer 55 millones de dólares propiedad de los trabajadores mineros.
Napito, quien llegó a la dirigencia del Sindicato Minero por herencia de su padre y quien desde ese entonces hasta ahora no tiene idea de lo que es la minería, se ha dedicado a pasearse por el país para únicamente golpear a una de las fuentes de empleo más importantes y mejor pagadas que existen.
Asegura que las empresas mineras han saqueado, se han enriquecido y han sido las únicas beneficiadas de esta actividad, visto desde la óptica psicológica, Napito se está proyectando. Él es señalado por extorsionar empresarios, por hacer paros laborales a conveniencia, por dejar a miles de familias sin ingresos, por intentar doblegar a las empresas y, por si fuera poco, por enriquecerse de manera grosera de las cuotas sindicales y del trabajo ajeno.
Desde su posición privilegiada y lejana a la vida obrera, sus ataques son predecibles. Las empresas mineras decidieron dejar de someterse a los caprichos del llamado cacique y por ello el enojo hacia a éstas. Tras darse a conocer los escándalos y abusos cometidos contra los obreros, en poco tiempo Napillo y su empresa familiar, con fachada de sindicato, perdieron grandes contratos colectivos.
Ahora bien, con cifras, con estadística, con contexto y con historia, ¿realmente las empresas se han dedicado a lucrar? La respuesta es no. De entrada, la minería fue el principal generador de empleo en 2021, al crear más de 408 mil empleos directos y en consecuencia 2.3 millones de indirectos.
Hablando de beneficios, la industria minera metálica tiene salarios 72% superiores a la media nacional y, como nunca, la incursión de la mujer es evidente, ocupan 16% de la plantilla total.
Una actividad no debe ser atacada por el odio de un hombre escondido bajo un cargo político y, mucho menos, poner en riesgo con pura palabrería el empleo de millones. Elevemos el debate, apeguémonos a la realidad y no a los dichos de un vividor con ganas de opinar.
La minería ha invertido en el medio ambiente, gran parte de las empresas ocupa aguas residuales, tratadas y recicladas. Las energías limpias como la solar y eólica son una realidad en la minería de México, además de que se han plantado más de 2.9 millones de árboles en 24 estados del país.
La minería no solo es bondadosa sino necesaria, aporta los minerales que se utilizan para producir teléfonos celulares, medicamentos o vehículos, por decir lo menos, está presente prácticamente en todo.
Es una incongruencia que con ánimos de guerra y por venganza alguien que supuestamente representa a los mineros ocupe su posición para atentar contra quienes le dieron su confianza para salvaguardar y defender su empleo.
Si guiamos la revisión de las concesiones con los dichos de quien inventó que era trabajador para lucrar con las cuotas sindicales, enriquecerse y amagar a las empresas, entonces el análisis sería igual de falso y el trabajo de miles de mineros estaría en riesgo, trabajadores de los cuales se ha servido y no se ha cansado de denostar.
Las mentiras de Napito deben quedar solo en sus pasquines y no ocuparlas para jugar o poner en riesgo el ingreso económico de las familias obreras, ya que ellas no tienen 55 millones de dólares que las respalden.