Hizo más la UNAM que AMLO en la pandemia
El afán de desacreditar a la UNAM y a su estudiantado responde más a la lógica de lanzar pirotecnia para distraer a la opinión pública de la fallida gestión, que a una estrategia que implica el riesgo de iniciar un fuego que incendie la yesca.
Vamos a seguirle el juego al presidente y veamos si la máxima casa de estudios fue omisa en apoyar a la ciudadanía al enfrentar la pandemia del COVID-19, sobre todo si la contrastamos con la actuación, por ejemplo, de las instituciones de salud pública del gobierno federal.
La fuerza del Estado no se vio en la pandemia, tan solo se ha observado en las consultas populares y en las elecciones.
La cifra actualizada de fallecimientos por COVID en México, no obstante que hay un subregistro, ronda los 600 mil y buena parte de esas defunciones se pudieron haber evitado de no ser por la actuación negligente, tardía e irresponsable de Jorge Alcocer, Hugo López-Gatell y por supuesto, del presidente López Obrador, quienes soslayaron el problema durante los dos últimos años con recomendaciones que parecían provenir más de neófitos que de expertos en la materia.
La utilización electoral de la aplicación de la vacuna retrasó la inoculación a un mayor número de mexicanos en tiempo y forma, además de que a los menores de 18 años se les escatimó el antígeno.
Todavía en la actualidad, en lugar de comprar Pfizer, la única vacuna autorizada por la Organización Mundial de la Salud, se anuncia la aplicación del químico cubano Abdala a los niños.
El presidente reclamó a la UNAM que durante la pandemia enviará a los médicos estudiantes a sus casas en lugar de convocarlos a enfrentarla, sin embargo, omite decir el tabasqueño que fue la propia autoridad sanitaria quien los sacó de los hospitales.
Con fecha 19 de marzo de 2020, en su oficio DGCES.DG-037-2020, la autoridad sanitaria suspendió todas las actividades de los ciclos clínicos de pregrado, solicitando a los directores y directoras de hospitales y jurisdicciones sanitarias que los estudiantes no acudieran a las instituciones de salud.
Los estudiantes de pregrado se han integrado paulatinamente, desde el último cuatrimestre de 2021, a sus actividades hospitalarias, en la medida en que las autoridades de las instituciones de salud lo han permitido.
Los pasantes del servicio social que se encontraban en unidades hospitalarias fueron, por instrucciones de la autoridad sanitaria, trasladados a centros de salud para apoyar al Programa Nacional de Salud, donde continuaron prestando sus servicios de manera ininterrumpida.
Los pasantes en áreas rurales permanecieron en ellas, afrontando las carencias propias de estas poblaciones y los efectos de la pandemia en la población rural marginada.
En esas condiciones actuaron los más de mil quinientos pasantes de medicina de la UNAM, quienes se sumaron a los 14 mil pasantes de otras instituciones educativas del país.
Cerca de 15 mil médicos residentes, estudiantes de los posgrados de especialidad, estuvieron siempre presentes durante estos meses, mostrando gran profesionalismo, empatía y dedicación en jornadas extenuantes de trabajo, no obstante los riesgos a su salud y la de sus allegados y familiares.
Los médicos, investigadores, docentes y estudiantes de medicina y enfermería de la UNAM se mantuvieron siempre en la primera línea de contención al virus SARS-CoV-2 y en la atención a pacientes infectados.
La Universidad Nacional participó de manera relevante en la operación médica de la Unidad Temporal COVID-19 de Citibanamex, donde médicas y médicos pasantes, egresados y egresadas, fisioterapeutas; enfermeros y enfermeras de las entidades académicas de la Facultad de Medicina, FES Iztacala y Zaragoza, así como de la ENEO, fueron parte del equipo que atendió a alrededor de 9 mil pacientes.
El personal médico del sector privado y de la UNAM estuvieron en la primera línea de fuego contra el virus y no fueron vacunados como grupo prioritario por el gobierno de AMLO, al contrario, fueron estigmatizados como fifís cuando reclamaron ese derecho.
Por lógica elemental, los primeros en ser vacunados debieron haber sido todo el sector de atención médica, privado y público, en lugar de que fueran, por ejemplo, los siervos de la nación.
Como se aprecia, en unas cuantas pinceladas se observa quién le cumplió a los mexicanos.
La UNAM representa uno de los patrimonios más emblemáticos de México y nada ni nadie podrá desacreditarla, por más que se empeñe en ello, aunque se trate del mismo presidente de la República.