Errores intolerables
Singapur representa, sin duda alguna, una de las más notables historias de éxito de la era moderna.
Su crecimiento económico en los últimos 50 años ha permitido que hoy su PIB per cápita sea mayor al de Estados Unidos, cuando en 1968 era más de 500 por ciento superior. La comparación con México también resulta ilustrativa. Hace 50 años el PIB per cápita de Singapur era similar al de nuestro país, hoy es más de seis veces el de México.
No extraña, por tanto, que diversos organismos internacionales reconozcan a Singapur como: la segunda economía más competitiva del mundo (WB), la sexta con menor corrupción (IMD), la primera en facilidad para hacer negocios (WEF), la primera en productividad laboral (BERI) y en innovación global (Cornell University), la segunda en calidad de la infraestructura (WEF), y la quinta en logística (WB).
En Singapur siempre están viendo hacia adelante. Las políticas públicas impulsadas en este país se han ido ajustando a las tendencias globales y han quedado plasmadas en tres documentos: Singapur Economy: Future Directions (1985); Report of the Strategies Committee (2010); y Report of the Committee on the Future Economy (2017).
De esa manera han pasado de tener una industria intensiva en mano de obra y una estrategia de sustitución de importaciones en los 60, a procesos semiautomáticos y una orientación a las exportaciones en los 70; procesos altamente automatizados e intensivos en tecnología en los 80; y manufactura y servicios basados en el conocimiento en los 90 y 2000.
El modelo económico de Singapur parte de un ambiente favorable a los negocios y un liderazgo visionario en donde el gobierno que se adelanta a los tiempos en la construcción de infraestructura; así sucedió con la transformación digital, que inició desde 1980 con la computarización del gobierno y siguió con una campaña denominada Servicio Público para el Siglo XXI, que sentó las bases de programas muy exitosos de reducción de tiempos y trámites en las ventanillas del sector público, basados en economía digital.
En un artículo para celebrar los 50 años de Singapur, Liu Thai Ker, conocido por muchos como el padre de la planeación en Singapur, mencionaba tres errores que no se pueden tolerar y que ese país se ha cuidado de no cometer, en fuerte contraste con lo que esta pasando en nuestro país.
El primer error intolerable se refiere a la educación: ‘Si las políticas educativas son deficientes, una generación entera de jóvenes perderá su valiosa juventud, misma que será imposible de recobrar’. Con la reforma del sexenio pasado teníamos fundadas esperanzas de que las cosas cambiarían para millones de mexicanos; con la contrarreforma de Morena existe la seguridad de que estamos condenando a millones de mexicanos a la mediocridad en su educación. Qué otra cosa puede esperarse si se suprimieron las evaluaciones, se avalaron las plazas automáticas a los normalistas y desapareció el Instituto Nacional de Evaluación para la Educación. La educación de las niñas y niños mexicanos fue moneda de cambio de favores políticos.
El segundo error intolerable mencionado por Liu Thai Ker se refiere al medioambiente: ‘Si la ecología se daña, se irá para siempre’. Así sucederá en este sexenio. El cuidado al medioambiente no está en la ecuación.