Para erradicar la pobreza extrema no bastan las transferencias monetarias
Aunque el Plan Nacional de Desarrollo y su Anexo difieren en el objetivo a lograr en materia de pobreza extrema, ambos son muy ambiciosos. En el Plan se plantea el objetivo de erradicar la pobreza extrema (lo que supongo significa que sea de cero o cercana al cero); y en el Anexo que se reducirá en 5 millones de personas, es decir, reducir el número de mexicanos en pobreza extrema a la mitad (54 por ciento). Para alcanzar estas metas, la administración deberá trabajar en mantener la estabilidad económica, impulsar el crecimiento, promover la formalidad y combatir la inseguridad, además, por supuesto, de instrumentar con éxito sus programas de transferencias monetarias.
La relación entre estabilidad económica y pobreza extrema es más evidente si utilizamos las series del Banco Mundial, que si bien son más limitadas que las de Coneval para medir la pobreza, porque solo se basan en la variable de ingresos, nos permiten tener una perspectiva temporal más amplia.
La pobreza más dura la calcula el Banco Mundial como el porcentaje de la población que vive con menos de 1.90 dólares al día con base en precios del 2011. En la serie podemos observar que la pobreza se incremento de 6.6 por ciento en 1994 a 11.2 por ciento en 1996, lo que ilustra con toda claridad el efecto en los hogares de menores ingresos de la pérdida de la estabilidad, pero lo contrario también es cierto. La pobreza bajó significativamente entre 1998 (11.2 por ciento) y el 2006 (3.4 por ciento), periodo que coincide con una disminución de la inflación, de niveles de 18.6 por ciento en el primer año a niveles de 4.0 por ciento en el último año del sexenio del expresidente Fox. Mantener finanzas públicas sanas, consolidar la apertura comercial y la política de competencia, y una buena política monetaria, rindieron claros frutos a los hogares de menores ingresos.
Una segunda vinculación que vale la pena estudiar, es la relación entre pobreza y crecimiento económico. En el 2008, con la metodología de Coneval, había 11 entidades federativas donde el porcentaje de la población en pobreza extrema era inferior al 5 por ciento, mientras que para el 2018 el número se incrementó a 19; de las ocho nuevas entidades federativas que ahora tienen niveles de pobreza inferiores al 5 por ciento, seis registraron los últimos diez años (2007-2017) crecimientos de la economía muy superiores a la media nacional (2.0 por ciento), estos son: Guanajuato (4.0 por ciento), Querétaro (4.0 por ciento), Quintana Roo (3.6 por ciento), Zacatecas (3.0 por ciento), Edomex (2.7 por ciento) y Chihuahua (2.5 por ciento). La disminución de la pobreza en esos estados es reflejo, sin duda, de la positiva evolución de la economía.