Sigue subiendo la inflación en el mundo y en México

Tal y como he comentado en columnas anteriores, la inflación seguiría incrementándose en el resto del mundo y en México, lo que está siendo confirmado por los datos oficiales más recientes. Las estadísticas muestran que el incremento en los precios en la mayoría de los países desarrollados están en niveles que no se habían registrado en las pasadas décadas, como es en Estados Unidos (8.5 por ciento anual en marzo), en Gran Bretaña (7.0 por ciento), Canadá (6.7 por ciento), en la zona del euro (7.5 por ciento), Alemania (7.4 por ciento), Holanda (9.7 por ciento), España (8.4 por ciento), Rusia (16.7 por ciento), Argentina (55.1 por ciento), etcétera. En la mayoría de estos países la inflación había estado muy cerca del cero por ciento o incluso negativa en los últimos años.

En México la inflación, medida por medio del Índice Nacional de Precios al Consumidor, vuelve a mostrar una tendencia creciente llegando en abril a una tasa de 7.7 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior. Esto a pesar de la disminución de verano de las tarifas eléctricas en varias partes del país. Por su parte, los precios al productor se elevaron en el mismo mes en 10.35 por ciento en términos anuales, lo cual indica que la tendencia al consumidor seguirá siendo de alza en los siguientes meses.

Para evitar su impacto en los sectores de la población más vulnerables el gobierno federal, de manera conjunta con varias empresas privadas, presentaron un Paquete contra la Inflación y la Carestía, que contiene algunas medidas para apoyar la inversión y el crecimiento, que son todavía insuficientes y que varias de ellas tardarán en mostrar los resultados deseados. Sin embargo, sí serán útiles para sectores de la población que están siendo impactados de manera negativa.

Para solucionar el problema de la inflación hay que identificar sus causas, para poderla corregir y no solo tratar de mitigar sus efectos. A lo largo de los pasados meses numerosos analistas y gobiernos han atribuido la causa de la inflación a diversos temas coyunturales, como son el COVID en el mundo, cuellos de botella en sectores estratégicos, como es en la producción de los chips para computadoras o la disponibilidad de espacio en los puertos marítimos, el aumento en el precio del gas y del petróleo. De manera más reciente se atribuye la inflación a la invasión de Ucrania por parte de Rusia o la escasez de granos en estos dos países. Por lo mismo, la conclusión es que en la medida en que se corrijan estos problemas la inflación se reducirá, por lo cual se han pospuesto medidas monetarias o fiscales más ortodoxas.

En México la situación se ha agravado por la contracción en la inversión que se ha tenido desde 2018, provocada por la cancelación del aeropuerto de la Ciudad de México y posteriormente por la aparición del COVID-19.

Indudablemente la inflación internacional deriva principalmente de la política monetaria expansiva que han seguido la mayoría de los países desarrollados, lo cual tiene un impacto diferente en cada país, dependiendo de sus características y políticas económicas individuales.

Me ayudó mucho para entender el fenómeno inflacionario la experiencia que tuve cuando fui invitado a dar unas conferencias a Panamá en diciembre de 1989. Recuerdo que me indicaron que fuera muy cuidadoso y procurará salir lo menos posible de mi hotel, porque el gobierno de Estados Unidos iba a invadir a ese país en los siguientes días. La mayoría de la población pensaba que eso iba a ocurrir, por lo que las diversas tiendas y casas ponían tablones en los ventanales, había poco tráfico y se percibía el miedo por doquier. Lo que más me sorprendió fue que los precios no solo no subían, sino que numerosas tiendas remataban todos sus productos hasta con descuentos de 50 por ciento o incluso más. A pesar del pánico que había, los precios de los distintos bienes tuvieron una drástica caída. La invasión sí ocurrió días después y tuvo como objetivo la captura del dictador Manuel Noriega, quien era requerido en Estados Unidos por delitos de extorsión y narcotráfico. En este caso los precios no subieron, sino incluso bajaron porque el gobierno de Panamá no puede incrementar la oferta monetaria, ya que utiliza el dólar como moneda oficial.

Lo anterior me enseñó que los precios suben en sectores específicos como respuesta a problemas coyunturales o de escasez, pero que esto no forzosamente se traduce en incremento general de precios en toda la economía sino es avalado por incrementos en la cantidad de dinero por parte del gobierno o del banco central.

La causa de la inflación en el mundo es resultado, de manera primordial, de la expansión monetaria de los países desarrollados, que ha sido utilizada como principal medio para enfrentar los distintos problemas que tienen esos países. Esto ha sido secundado por la gran mayoría de los países en desarrollo. Hoy esta estrategia ya no funciona y es el momento de reducir la expansión monetaria, con su impacto en los distintos sectores económicos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *