Objetivo: controlar la inflación sin causar recesión económica
La FED buscará acelerar el control de la inflación cuidando el crecimiento económico e indirectamente la creación de empleos. Luego de anunciar un aumento en la tasa de interés de 75 puntos base, su mayor aumento en 28 años, el banco central dio a conocer sus previsiones de crecimiento, inflación y tasa de desempleo.
Ajustó su previsión de PIB 2.80% al 1.70% para el 2022, 1.70% para el 2023 y para el 2024 se ubicaría en 1.90%, ligeramente mejor, pero por debajo de su promedio precovid, lo que refuerza su objetivo de controlar la inflación, pero sin llevar a la economía a una recesión económica.
La tasa de desempleo, presentaría un rebote de 3.5% a 3.7% en 2022, lo que implicaría una creación de empleos de entre 150 mil a 200 mil desde las previsiones anteriores de 400 mil y para el 2023, esperaría una tasa de desempleo del 3.9% y para el 2024 en 4.1%, lo que llevaría a una creación de 100 a 150 mil plazas por mes, aproximadamente.
En cuanto a la inflación, está considerando que en el 2022 podría cerrar en 5.20%, un nivel inferior al dato vigente de 8.60% anual de mayo, pero superior a su estimado previo en 4.30% anual. Para el 2023, buscaría un retorno hacia el 2.60% anual, ya con mayor control y para el 2024 ajustarla hasta un 2.20%.
Con todo esto, la visión promedio de los miembros de la Junta de Gobierno es concluir el 2022 con una tasa de referencia en 3.25% anual, significarían dos aumentos de 50 puntos base y dos aumentos probables de 25 puntos base cada uno con la idea de ajustar la política monetaria sin causar gran daño a la economía.
Además, a partir de junio, y durante julio y agosto, estará reduciendo la Hoja de Balance en 47 mil 500 millones de dólares (30 mil millones de dólares en bono del tesoro y 17 mil 500 millones de dólares en bonos respaldados por hipotecas). Será a partir de septiembre próximo, cuando la venta de activos en esa misma proporción aumente a 95 mil millones de dólares.
Hoy en día, estamos viendo una desaceleración de la economía estadounidense de manera “ordenada”, donde indicadores de manufactura y servicios han venido perdiendo impulso dentro de zona de expansión. Ayer, las ventas minoristas cayeron 0.3% en mayo, lo que en términos anuales significó +8.1% en relación a 8.2% de abril. Preocupa el bajo nivel de confianza al consumidor.
En cuanto a los mercados, se percibió cierta estabilidad. Las bolsas terminaron al alza, el dólar tomó utilidades y el bono del tesoro a 10 años bajó ocho puntos base y se colocó en 3.29%. Hoy será un día de prueba los cierres, en donde se valide el período de estabilidad de mercados, o retomaría la volatilidad.
Sector energía, el único que crece
El sector energía es el único de los once que integran el S&P 500 de Wall Street -uno de los índices bursátiles más importantes del mundo-, que registra crecimiento en lo que va del año, con un alza de 51%. La causa es obvia, el alza en los precios del petróleo.
La capitalización de mercado de las diez grandes petroleras que cotizan en Wall Street ha aumentado 752 mil 958 millones de dólares. Se trata de Aramco, BP, Chevron, Eni, Exxon, Petrobras, Shell, Repsol, TotalEnergies, y Vista Oil Gas. Coincidiendo con el orden alfabético, la saudí Aramco es ahora la empresa más valiosa en la Bolsa, con un valor de capitalización de 2.31 billones de dólares. La petrolera árabe tuvo una utilidad neta en el primer trimestre del año de 39 mil 500 millones de dólares, un récord desde que cotiza en la Bolsa en 2019.