El tiro en Morena por el caso Del Río

Por Adrián Trejo

La liberación del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, José Manuel del Río Virgen, desenmascaró la división que prevalece en la fracción de Morena en el Senado de la República.

Salvo Ricardo Monreal, quien siempre estuvo pendiente del tema y defendió la inocencia de su colaborador y Eduardo Ramírez, senador por Chiapas, ningún otro legislador morenista se congratuló por el excarcelamiento de Del Río.

El funcionario del Senado fue acusado de ser el autor intelectual del asesinato de René Tovar, candidato de Morena a la presidencia municipal de Cazones, Veracruz, la última semana de mayo del 2021.

Sin más pruebas que los dichos de un tercero, Del Río fue apresado el 22 de diciembre del año pasado y encarcelado en el penal de Pacho Viejo.

Desde entonces, Monreal defendió la inocencia de su amigo y acusó directamente al gobernador de Veracruz de utilizar la aplicación de la justicia para la persecución de sus enemigos políticos.

Monreal creó en el Senado una comisión encargada de investigar la violación de los derechos humanos en el estado; esta comisión fue efímera y no fue reconocida oficialmente porque su creación fue una decisión política, no parlamentaria.

Sin embargo, durante el tiempo que estuvo activa, logró documentar casi cien casos como el de Del Río, en los que los acusados presumiblemente fueron encarcelados con pruebas fabricadas.

De allí comenzó una campaña para que el Gobierno de Cuitláhuac García derogara el delito de “ultrajes a la autoridad’’, utilizado por el gobernador -es un decir- para encerrar lo mismo a empresarios que a políticos que le resultaban incómodos.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó al gobernador derogar ese delito; el gobernador -es un decir- dijo que acataría la orden -faltaba más- y que elaboraría una reforma al código penal local, que nomás no llega.

Con ese escenario, un Tribunal Unitario declaró nulas las pruebas en contra de Del Río, dándole la razón a Monreal y al propio acusado.

Pero el gobernador -ya saben-, dijo que la liberación había sido porque “tenía un amigo influyente’’ pero que, dentro de las cosas buenas del caso, dicho “amigo’’ se había desenmascarado como partidario de la corrupción.

No se necesita ser brujo para entender que el mensaje es para Monreal.

Ahora, libre Del Río, y trasladado el tema a la carrera presidencial, está por verse cómo recibe la fracción morenista en pleno al funcionario en su regreso a sus labores, considerando que los ultras no quieren tocar a Cuitláhuac ni con el pétalo de una crítica.

También en Morena hay tiro.

¡Qué casualidad!

En su gira de fin de semana por el estado de México y Morelos, el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió las primeras manifestaciones públicas a favor de su reelección.

“Espontáneamente’’, pequeños grupos, especialmente de adultos mayores, le pidieron a gritos que se reeligiera.

Hay videos en redes en donde se ve cómo funcionarios de Morena instruyen a esos grupos qué deben decir y hasta les reparten cartulinas con leyendas de apoyo y agradecimiento.

Estas peticiones “espontáneas’’ sirvieron para que López Obrador volviera a hacer la promesa de que terminando su sexenio “se jubilará’’ para dar paso a un relevo generacional.

Lo mismo dijo en el 2000 cuando, siendo jefe de Gobierno de la CDMX, se le preguntaba sobre sus aspiraciones presidenciales.

“A mi denme por muerto’’, repitió.

La tentación está ahí y, como sabemos que no se le puede decir que “la ley es la ley’’, pues en una de esas…

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