El blindaje presidencial del Fiscal
Por Adela Navarro Bello
“Por lo demás, el Fiscal puede estar tranquilo, como siempre el Presidente Andrés Manuel López Obrador le dio su apoyo público”.
A sus 82 años, a Alejandro Gertz Manero le quedan cinco años como Fiscal General de la República. Fue electo para fungir en esa posición, en papel autónoma, en enero de 2019. Y a pesar de las pifias que ha cometido, de la negligencia con la que ha abordado el tema de la inseguridad y la indiferencia con la que trata la persecución y procuración de justicia cuando se trata de los capos de la droga y los miembros del crimen organizado, el Fiscal, es evidente, está blindado.
Con más de 120 mil homicidios cometidos desde que tomó posesión el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el 1 de diciembre de 2018, cuando Gertz comenzó a despachar con encargado de despacho de la entonces Procuraduría General de la República, para 2021 y en relación al año anterior, el índice de impunidad de la FGR, era de 94.8 por ciento, de acuerdo a un estudio de la organización México Evalúa.
Es evidente, que el fiscal no ha desarrollado de manera óptima su trabajo y obligación de procurar la justicia y contribuir al ejercicio del Estado de Derecho.
En el mismo tiempo, los cárteles de la droga se han extendido por todo el territorio mexicano de manera impune. Células criminales que representan a estas organizaciones en las entidades de la República Mexicana, son el origen de los asesinatos, los secuestros, las extorsiones y el tráfico de droga entre otros delitos de alto impacto. Sin embargo, ante la falta de investigación por parte de la FGR, y de persecución por parte de la Guardia Nacional, los mafiosos mexicanos permanecen intocados. Y ahí están los dos más notorios ejemplos: Ismael “El Mayo” Zambada García, líder criminal de una importante ala del Cártel de Sinaloa, y Nemesio “El Mencho” Oseguera Cervantes, cabeza del Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes dominan la zona serrana de Sinaloa y la de Jalisco, respectivamente, con total impunidad, y desde ahí emiten órdenes criminales para mantener su ilícito negocio en crecimiento.
El Fiscal Gertz Manero no persigue narcotraficantes ni criminales organizados. Como al Presidente de la República, es un tema que le es, para la mala fortuna de los mexicanos, de mucha indiferencia; lo que sí, ha centrado su estrategia de procuración de justicia hacia la clase política, y los asuntos que son de su muy personal interés, lo cual ha quedado probado en varios audios de conversaciones telefónicas que han sido filtrados en los últimos meses.
Los primeros audios daban cuenta de como Gertz Manera y su Subprocurador Especializado en Delitos Federales, Juan Ramos López, fraguaban con integrantes del Poder Judicial, para mantener en prisión a la que fue la familia política del fiscal, particularmente a Laura Morán, ex pareja del fallecido hermano de Gertz, y a Alejandra Cuevas, hija de esta última y quien estuvo prisionera durante más de 500 días.
Contra los deseos del fiscal, el 28 de marzo de 2022, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, otorgó de manera unánime, el amparo a Morán y la libertad a Cuevas, evidenciando que el titular de la FGR, como lo demostraban los audios, había utilizado su posición de poder para incidir en el caso de madre e hija.
Hace unos días, otro audio del Fiscal fue filtrado en redes sociales. En este se le escucha a él primero y a su Subprocurador después, acordar con Emilio Lozoya Thalmann, padre de Emilio Lozoya Austin, exdirector de Petróleos Mexicanos, la estrategia legal de la defensa de este último ante las acusaciones de la Fiscalía General de la República.
En uno de los audios, el propio Gertz Manero encara al padre de Lozoya Austin y exsecretario de Estado, por un amparo que tramitaron los abogados del excolaborador de Enrique Peña Nieto. Obsequioso, agradecido y hasta cierto punto apenado, Lozoya Thalmann refiere que se trata de un error, que los abogados actuaron sin su autorización, que ya puso orden y termina ofreciéndole una disculpa al Fiscal, a lo que este responde arremetiendo contra el abogado y exigiendo se desistan, de manera inmediata, del amparo.
En otro audio, de nueva cuenta el subprocurador Ramos López es quien sostiene la conversación con el padre de Emilio Lozoya Austin, y éste le agradece al funcionario de la FGR, las atenciones que han tenido con ellos y con el caso.
Pero del presunto tráfico de influencias, abuso de poder y desvío de recursos por parte del Fiscal y su Subprocurador, en ambos casos, el de Laura Morán y Sandra Cuevas, y el de Emilio Lozoya Austin, nada se investiga ni se denuncia, lo que sí, es que la FGR inició una carpeta de investigación por la intervención de las comunicaciones del fiscal y su subalterno, a raíz de los audios filtrados.
Por lo demás, el Fiscal puede estar tranquilo, como siempre el Presidente Andrés Manuel López Obrador le dio su apoyo público. Cuando se conocieron los últimos audios, donde es evidente acuerda estrategia legal con el padre de Emilio Lozoya, al mandatario nacional no quiso opinar al respecto, porque dijo, “es una lucha de intereses”, además, al día siguiente sostuvo una reunión con Gertz Manero, pero aclaró que el tema de las escuchas telefónicas no estuvo en la agenda.
López Obrador solo indica que “no me quiero meter en eso, solo repetir que le tengo confianza al Fiscal”. Con lo que otorga un blindaje presidencial a un fiscal que no procura justicia, pero sí promueve con la inacción y la incapacidad de la institución que encabeza, la impunidad.