‘Danesa 33′ sale de la congeladora

Los amantes de la cultura “retro” pueden estar contentos. Tras casi una década en tribunales, la empresa mexicana Helados Vida ha conseguido obtener el registro de la marca “DANESA 33″, para utilizarla en “puestos de helados” en el territorio nacional.

En 2020, varios medios reportaron que la transnacional suiza Nestlé, enfrentaba un litigio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación por la marca “Danesa 33″. El interés de los internautas por el caso fue notable, muchos se entusiasmaron con la idea de volver a comer helados en cascos de fútbol americano y el tema se volvió trending topic durante un par de días. ¿Cómo explicar ese nivel de interacción para una marca que había desaparecido hace casi 30 años?

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Los mercadólogos han estudiado el fenómeno de la nostalgia y sus investigaciones demuestran que, al evocar memorias felices del pasado, el consumidor responde con lealtad e interacciones frecuentes en redes sociales. La industria cinematográfica es uno de los nichos que más ha recurrido a este sentimiento, películas como “Top Gun” siguen atrayendo a un público que parece no cansarse de las secuelas.

El efecto de la nostalgia se acentúa en ciertas circunstancias, por ejemplo, cuando se vive lejos del lugar de origen. Varias empresas mexicanas lo han entendido y por eso colocan su mercancía en farmacias y supermercados de Estados Unidos donde los inmigrantes suelen acudir.

La añoranza por el pasado también se incrementa cuando la sociedad percibe que el statu quo ha cambiado, por ejemplo, después de una revolución. En los países del antiguo bloque comunista europeo, muchas personas albergan buenos recuerdos del esplendor soviético, algunos de los productos típicos de aquella época se siguen comercializando con gran éxito debido a la carga emocional que representan para toda una generación.

“Danesa 33″ es una marca que se originó en una década en la que México era una nación con un futuro prometedor impulsado por los hallazgos petroleros y el crecimiento poblacional. El mundo hablaba de nosotros, pero no por la brutalidad del narcotráfico sino por la Bahía de Acapulco, las olimpiadas y los mundiales de fútbol.

En aquellos tiempos, antes de la firma del TLCAN, nuestro país continuaba con una política proteccionista que había limitado la presencia de marcas extranjeras. No existía McDonalds, en su lugar estaba Burger Boy, la identidad del México urbano era más distinguible ya que aún no estábamos inmersos en la globalización.

Me atrevo a decir que el potencial éxito de las heladerías “Danesa 33″ no dependerá de la innovación, como sucede con otros negocios, sino de su habilidad para revivir con la mayor fidelidad posible los sabores y sensaciones de aquella época. A los mexicanos nos urge recordar que hubo tiempos mejores.

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