COVID-19, los antivirales y el rebote

Por Héctor L. Frisbie

Lo más probable es que al final de la fase tres de investigación clínica con este antiviral de laboratorios Pfizer®, se decida que el tratamiento ideal debe ser de siete días y no de cinco, y con esto reduciremos la posibilidad de que los pacientes tengan días con síntomas al final.

Recientemente el Gobierno de México adquirió una cantidad importante de piezas del antiviral producido por laboratorios Pfizer®. Es un antiviral combinado que ha demostrado disminuir de manera importante los casos graves y las hospitalizaciones asociadas a COVID-19.

El medicamento conocido bajo el nombre comercial de “Paxlovid” contiene los antivirales nirmatrelvir y ritonavir. El primer medicamento antiviral le impide al virus continuar replicándose y el segundo antiviral genera un incremento sustantivo en la capacidad del primer antiviral para bloquear la replicación, es decir, es un trabajo en equipo.

Se ha publicado una cantidad importante de estudios demostrando que se disminuyen la duración de los síntomas, la severidad de los síntomas, los casos de hospitalización por enfermedad grave y en consecuencia se disminuyen los casos de muerte en pacientes con COVID-19. Otro dato muy relevante es que también se ha reportado una disminución importante en la frecuencia y severidad de síntomas asociados a COVID-Largo.

Es importante señalar que este medicamento, así como la mayoría de las vacunas se encuentran en fase tres de investigación clínica y su autorización es para “uso de emergencia”. Esto nos permite prescribirlos y utilizarlo en nuestros pacientes, sin embargo, podemos hacerlo con algunas restricciones; no podemos modificar la dosis y tampoco podemos modificar el numero de días que debe tomarse el medicamento.

Se han reportado casos en los cuales los paciente tiene una aparente reactivación de síntomas al terminar los cinco días de tratamiento. La palabra popular que han utilizado es rebote o “Rebound” de los síntomas.

Aproximadamente entre el 15 por ciento al 17 por ciento de los pacientes tratados cuando ya no están tomando el medicamento empiezan a experimentar síntomas de muy baja intensidad por un máximo de 36 horas a partir del sexto día.

Por qué es difícil hacer vacunas

Lo más probable es que al final de la fase tres de investigación clínica con este antiviral de laboratorios Pfizer®, se decida que el tratamiento ideal debe ser de siete días y no de cinco, y con esto reduciremos la posibilidad de que los pacientes tengan días con síntomas al final. No se han reportado casos en los cuales los pacientes que presentan estos síntomas leves transitan a una enfermedad grave.

Ya lo he comentado muchas veces en esta pandemia, estamos aprendiendo cómo hemos aprendido de otros brotes, epidemias y pandemias. La diferencia es que esta pandemia ha estado en una caja de cristal y todo mundo lo observa y todo mundo opina. Muchas de estas opiniones son con una ausencia de conocimiento, con un interés diferente a la salud de las personas y aún aprendizaje en salud pública para todos.

Tener este medicamento en México es positivo y es un reto para que se optimicen las cantidades adquiridas para pacientes con factores de riesgo asociados a complicaciones de COVID-19.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *