Ayotzinapa: “Los matamos inmediatamente…los quemamos”

Por Martín Moreno-Durán

Lo imposible: los 43 de Ayotzinapa JAMÁS estuvieron juntos en el basurero de Cocula para ser incinerados. ¿Por qué? Porque comprobamos que NUNCA, en ningún momento ni sitio, estuvieron juntos.

Para conocer realmente lo ocurrido con los 43 de Ayotzinapa, hay que informarse, escudriñar, leer. Los hechos despellejan la realidad, parten el corazón, pero hay que conocerlos. Aunque nos quemen, nos perturben. Y es el periodismo quien cuenta la historia.

Casi un mes después de la masacre de los 43 estudiantes de la Normal “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, publiqué en SinEmbargoMx los primeros testimonios sobre cómo había ocurrido aquella matanza por parte de sicarios de la organización criminal “Guerreros Unidos”. Hoy, ante los acontecimientos registrados a ocho años de la noche negra en Iguala, resulta clave rememorar algunos pasajes de lo que escribí, antes que nadie, el 24 de octubre de 2014, a fin de comprender la magnitud histórica del acontecimiento que, hasta ahora, sigue sin resolverse del todo. (A mayor detalle, ver “Ayotzinapa: Yo participé matando a dos…”).

Declaraciones hechas ante el Agente del Ministerio Público del Fuero Común Adscrito a la Dirección General de Control de Averiguaciones Previas, Miguel Ángel Cuevas Aparicio, durante la primera semana de octubre de 2014, con sede en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero:

Declaración de Martín Alejandro Macedo Barrera, sicario de Guerreros Unidos.

“Recibí la instrucción de dispararles (a los normalistas), por parte del Choky; los disparos que les realizamos fue en el centro de Iguala… El Choky pidió apoyo a la Policía Municipal, por lo que supe que El Choky sí alcanzó a chingar a varios ayotzinapos, ya que se estaban poniendo muy locos; una vez que se comienzan a bajar los estudiantes comienzan a correr y logramos asegurar a diecisiete, los cuales subimos a nuestras camionetas y los llevamos a la casa de seguridad donde los matamos inmediatamente ya que no se querían someter…”.

“Yo participé matando a dos de los ayotzinapos, dándoles un balazo en la cabeza, y no son de los que quemamos, están enteritos… la forma de matarlos fue ancados (sic) y les disparamos por un lado de la cabeza… y ya habían matado a los tres ayotzinapos, les pegaron un tiro en la cabeza a cada uno, el Gaby mató a dos… Yo le disparé a dos en la cabeza con el arma de la Mente, Gaby mató a otros dos, Choky mató a uno, la Vero mató a otro y dejamos vivos a cuatro…”.

“…El Choky dio la instrucción que les diéramos piso… a algunos los mataron con el tiro de gracia y a otros a golpes ya que se pusieron muy violentos cuando estaban secuestrados, y para que no estuvieran chingando se decidió matarlos; creo que utilizaron la excavadora para enterrarlos en el mismo rancho que tenemos, a siete de esos muchachos los quemamos por instrucción del Choky…”.

Declaración de Marco Antonio Ríos Berber, sicario:

“Los ayotzinapos se bajaron del autobús y de la urban sobre la calle de Guerrero y Bandera; eran varios, como unos cincuenta, todos iban encapuchados y se dirigieron al evento, al llegar hicieron detonaciones de arma de fuego al aire, yo me encontraba afuera de la Iglesia de San Francisco y la gente empezó a correr…los ayotzinapos empezaron a robar carros para escaparse, se los quitaban a la gente, entre los que recuerdo fue una CRV negra y varios taxis…”.

“Posteriormente Chino me avisó que Choky había levantado a tres ayotzinapos…”.

“Choky dijo que se iban a jalar para el cerro, fue cuando El Chino me mandó que fuera a comprar diésel a la gasolinera de la calle Zaragoza; como a los veinte minutos regreso con ellos al cerro arriba de la colonia Pueblo Viejo para dejarles el diésel; en ese momento el Gaby junto con Choky ya habían matado a los tres ayotzinapos, les pegaron un tiro en la cabeza a cada uno, el Gaby mató a dos y Choky a uno, esto por andar de revoltosos, dijo el Choky…”.

“La Mente me dijo que ordenó al Choky que hiciera una fosa y que posteriormente el Gaby con El Choky los aventaron al hoyo, y Gaby roció con diésel los cuerpos  y les prendió fuego hasta que se calcinaran; para esto, el Chino me avisó por teléfono que les llevara más diésel por órdenes del Choky…”.

“Cuando llegué al cerro al rato llegó también El Gaby en la Tacoma blanca y llevaba a diez de los ayotzinapos, llegó con la Vero; la Mente lo estaba esperando abajo y bajaron a los diez en ese momento, el Choky ordenó que bajáramos a los diez…”.

“Choky mató a uno, la Vero mató a otro y dejamos vivos a cuatro; en ese momento arrastraron el Choky, la Vero y la Mente a los seis muertos al hoyo en donde El Gaby les roció el diésel y también les prendió fuego hasta que se calcinaron y posteriormente El Gaby junto con El Choky taparon el hoyo con tierra y ahí dejaron amarrados a los otros cuatro a quienes golpearon y dejaron inconscientes…”.

Lo imposible: los 43 de Ayotzinapa JAMÁS estuvieron juntos en el basurero de Cocula para ser incinerados. ¿Por qué? Porque comprobamos que NUNCA, en ningún momento ni sitio, estuvieron juntos.

Extractos del libro El Derrumbe. Retrato de un México fallido. Capítulo: Ayotzinapa: la herida que no cierra. Martín Moreno-Durán. Edit. Random House/Aguilar. (Línea del tiempo gráfica incluida en el libro y elaborada por la reportera Alicia Carlos):

“En ningún momento de la noche del 26 de septiembre o de la madrugada del día 27, los estudiantes estuvieron juntos en cualquier punto de Iguala y de sus alrededores. Jamás hubo, como lo demuestra dicha línea del tiempo, un punto de encuentro geográfico, de coincidencia de horario o de intersección de los 43, en el cual los normalistas – más allá de que algunos estuvieran muertos-, pudieran ser juntados o amontonados (valga la expresión) en la camioneta, sólo una, que supuestamente los llevó a Cocula.

“Nunca estuvieron juntos”.

“Entonces, ¿cómo pudieron  ser llevados, todos, a Cocula?”.

“En ninguna declaración ministerial leída se puede detectar que los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, estuvieran juntos, en algún momento de la noche o de la madrugada inmediata, para ser subidos todos a la camioneta y transportados al corazón de la sierra guerrerense: al basurero de Cocula. (Aparte de que es prácticamente imposible que en una sola camioneta fueran transportados 43 cuerpos humanos en un camino enlodado, fangoso y suelto por la lluvia caída esa noche, brecha difícil de atravesar bajo esas condiciones)”.

“Por cómo se dieron los acontecimientos aquella noche, era imposible que los reunieran a todos y así trasladarlos al basurero”.

Hasta aquí, los extractos del libro.

Peña Nieto encubrió la verdad. López Obrador lucró y lucra con la muerte de los 43 de Ayotzinapa. Policías municipales los sometieron y los entregaron. El narco los asesinó. El Ejército fue cómplice de la tragedia.

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