Aplazada
La Monumental Plaza de Toros México vive un secuestro legal terrible. Si bien la inmunda asociación Justicia Justa AC, a quien solicitó la suspensión para el otorgamiento de los permisos correspondientes es la Alcaldía Benito Juárez, la CDMX es la verdaderamente afectada por este acto cobarde ya que la Plaza México y todo lo que representa en cuanto a economía, toreros, subalternos, ganaderos, transportistas, carniceros, taquilleros, cerveceros, vendedores de dulces, acomodadores, seguridad, prensa, televisión, restaurantes, estacionamientos, autobuses, aviones, hoteles y todo lo que se deriva alrededor de una corrida de toros en la Plaza México… está sin actividad porque el abogado Pérez de Acha decidió afectar esta actividad legal por sus pistolas, por figurar y demostrar no entiendo bien qué.
Al tipo este no lo conozco, ni quiero evidentemente, tampoco le deseo el mal, únicamente espero que la vida le regrese multiplicado por seis, para utilizar el número de toros en una corrida, lo que algunos llaman Karma, el mal que nos ha hecho.
Sólo a un sinvergüenza se le puede ocurrir pisotear los derechos de miles de mexicanos que disfrutan de la tauromaquia en la capital de este maravilloso país que, debido a actitudes como esta, se ha convertido en un lugar plagado de injusticias, donde la verdad y el derecho muchas veces se ven opacados por arbitrariedades como las que están padeciendo la afición mexicana y los profesionales del toreo.
El pasado viernes 30 de diciembre, se reunieron los tres magistrados a debatir sobre la posibilidad de revocar la suspensión para poder dar ya toros en La México y que los amparos sigan su proceso. Necesitamos que dos de los tres magistrados estén de acuerdo. El magistrado Gaspar Paulín fue claro y contundente en su ponencia, en cuanto a manifestar que la tauromaquia está perfectamente dentro de la ley. Sin embargo, el magistrado Mandujano manifestó argumentos claramente antitaurinos, más de criterio personal que de leyes. Ahí estábamos uno a uno digamos. El tercer magistrado en discordia, Díaz Núñez es quien tiene la balanza, sin mayores argumentos legales, porque no los hay, sin ser abogado, es mero sentido común que este proceso es un atropello a la libertad de los mexicanos, se alineó más al criterio antitaurino (que no legal), por lo que con valor y talento Paulín consiguió aplazar la votación para la segunda quincena de este mes de enero. Lo que permitiría volver a la Plaza México y por qué no, celebrar nuestra libertad con el aniversario de la plaza.
Invito a los señores magistrados, no a que debatan si les gusta o no la tauromaquia, en México hasta el momento podemos gozar de la libertad de ir o no ir a los toros, sin necesidad de imponer criterios personales con quien tenemos diferencias. Al que no le gusten los toros que no vaya, pero no se debe prohibir ninguna actividad que por más de cuatro siglos es legal y debe continuar así.
El lenguaje legal es muy complejo, de ahí la importancia en ser absolutamente responsables con la manera de utilizar la información de cara a los aficionados. Los medios debemos no intentar ganar los titulares sino informar y en este caso, la noticia es que la votación fue aplazada, nada más. No se perdió, simplemente se aplazó. Obviamente todos hubiésemos querido que dos de los tres magistrados, o los tres, en estricto sentido utilicen argumentos basados en la ley, que nos ampara y da certidumbre, y no en si me gustan o no los toros basándose en información, siempre manipulada por los grupos prohibicionistas.
México cerró el 2022 y arranca el 2023 con tremenda turbulencia en el marco legal. La Suprema Corte está intentando ser tomada, lo que para este país sería catastrófico. El balance y certeza jurídica es de lo más importante para cualquier nación.
Además de desear salud y trabajo para todos los mexicanos, deseo de alma y corazón que los jueces y magistrados actúen no en favor de políticos o instituciones, sino por el bienestar de los mexicanos.