El progreso de Priscila

Se levanta todos los días más temprano y termina su día tres horas después de lo que era normal para ella.

Lleva a sus hijos a las guarderías y come algo entre que termina su primer trabajo y comienza con el segundo. Todos los días se esfuerza más, y en lugar de ganar más, de ahorrar más, solo debe más para comer menos.

Así pasan para ella, los días y las semanas después de una pandemia que no termina de morir.

Su cuenta de nómina se agota en segundos, y las tortillas, la carne, el arroz y la soda que había antes en la mesa, hoy se reduce a frijoles,jamaica y tortillas. Consume su poco tiempo libre en las redes sociales y está pensando buscar un trabajo por las noches.

Priscila no contrata más deudas; sucede que lo que consume todos los días, cuesta cada vez más y lo que hacía antes como psicóloga, hoy necesita recompensarlo como repartidora de aplicaciones.

Veámoslo así, pero ahora a nivel macro: 100 de los 189 países que integran el Fondo Monetario Internacional, o sea, casi más del 60 %, solicitaron deuda al FMI. Para hacernos una idea, la deuda de Argentina se va al 116.8 % de su PIB, la de Japón 433.4 %, la de Italia 156 %.

¿Es exagerado decir que la COVID es la nueva causa del colonialismo económico?

Me parece claro que el objetivo es destruir la fuente de productividad mundial y esa fuente no está en las bases de la pirámide ni en la cima de la pirámide, está en las clases medias. Hoy el mundo se enfrenta a un estado de sitio, necesitaron generar un ecosistema de miedo para crear y modelar una nueva oferta y demanda, para crear una inflación que influya cada vez más a endeudarse.

Cuando hablan de libre mercado los merolicos de esa idea, mienten. Cuando se crea un estado de excepción, como una pandemia, se modela oferta y demanda total; se predisponen , y se logra que la gente vaya a comprar más agua, más papel de baño, más comida y la gente deje de viajar en tren, se distorsiona automáticamente la productividad mundial.

Cuando se logra que un país deje de producir, ¿cómo puede generar riqueza?

Saliendo a pedir prestado: muchas economías en subdesarrollo no tienen fuentes de riqueza como cobrar impuestos porque se les acaban los ingresos; sus empresas públicas están quebradas -porque lo que han hecho para privatizar-, es decir, que lo público sea sinónimo de ineficiente.

Los mayores tenedores de la deuda son los grandes capitales que necesitan tasas de interés y no están dispuestos a aportar capital de riesgo, lo que denomino los grandes rentistas internacionales.

Con la COVID-19 la deuda global alcanzó un récord de 19.5 trillones de dólares, eso significa el 123.9% del PIB mundial. Es decir, que cuando nos proponen la mentira del libre mercado lo que se debe entender es que lo que el mundo está produciendo ya lo debemos; pero hay un trasfondo humano.

La construcción del sentido del progreso ha sido establecida por los vencedores sin siquiera tomar la radiografía de los individuos y mayorías que terminan comportándose como minorías segregadas (clases medias y pobres).

Priscila es una de esos 4 de cada 10 mexicanos a decir del INEGI, que no les alcanzan los gastos de su hogar. Ya Walter Benjamin decía que “los fuertes, al ganar se apropian de la historia y crean una narrativa coercitiva y cómo las cosas progresan”.

El problema es que hoy, el crecimiento de las deudas es exponencialmente más grande que la aceleración de la productividad, la riqueza pública y privada democratizada.

Es necesario hacer la paz con la verdad de la historia de esta pandemia, y ello implica el deber de calcular el costo no solamente de las vidas de quienes perecieron, sino del enorme sufrimiento de mayorías cada vez más pauperizadas.

La historia de Priscila, es un ejemplo donde la estadística no puede quitarle voz al drama humano.

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