Trump: AMLO, doblado y humillado
Por Martín Moreno-Durán
¿Acaso no tiene dignidad y coraje el Presidente de México cuando lo describen y denigran de esa manera desde el extranjero? Por sus expresiones, la respuesta es no.
Nunca, en la de sí compleja relación México-EU, un expresidente estadounidense había descrito de manera tan cruda y denigrante a un Presidente mexicano en funciones, como lo hizo Donald Trump con López Obrador. Basta una frase para dimensionar la estatura de AMLO, cada vez más empequeñecida y caricaturesca:
-Nunca vi a alguien doblarse así…-, dijo Trump al referirse a López Obrador cuando le ordenó -vía el indigno Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard- desplegar a 28 mil soldados en la frontera sur de México.
Y bastó también una frase, a caso una expresión o un lamento, del propio López Obrador para ratificar su cobardía y poca dignidad que siempre ha mostrado ante Donald Trump:
-Pues él es así…
¡Qué vergüenza, Andrés Manuel! Te han doblado y humillado ante los ojos del mundo, y tú sales con una batea indignante. “Él es así”. Y más:
-No voy a polemizar sobre eso…
¿Acaso no tiene dignidad y coraje el Presidente de México cuando lo describen y denigran de esa manera desde el extranjero? Por sus expresiones, la respuesta es no.
“(López Obrador) es de los socialistas que me caen bien…”, se mofó Trump de AMLO en público.
López Obrador fue y sigue siendo cobarde ante Donald Trump, que se puede zurrar sobre el tabasqueño y AMLO lo disfrutaría. México no merece tener un Presidente así: cobarde. Pelele.
¿O cómo dibujó el expresidente boliviano, Jorge Quiroga, a López Obrador, hace algún tiempo?
“Cobarde Matoncito”.
Así. Tal cual.
“Los mexicanos son violadores. Traen drogas y crimen a Estados Unidos y no son buenas personas”, fue una de las premisas electorales en 2016 del entonces candidato republicano a la Presidencia de EU, Donald Trump.
¿Cómo encaró -es un decir- López Obrador a Trump en la Casa Blanca? Con las siguientes genuflexiones:
“Quiero agradecerle al Presidente Trump por ser cada vez más respetuoso con nuestros paisanos mexicanos (¿?)”.
AMLO se arrodilló ante Trump de una manera bellaca. Recurrió, de paso, a su patrón de conducta: la mentira. Mentir. Mentir. Mentir. Ese es su programa de Gobierno. Y ese día, en la Casa Blanca, mintió al decir que Trump había sido “respetuoso” con los mexicanos en EU.
Y volvió a mentir cuando le dijo, de frente, a Donald Trump:
“Lo que más aprecio es que usted nunca ha buscado imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía”.
AMLO miente como respira. Durante su sexenio, ha dicho alrededor de 70 mil mentiras. (Fuente: Signos Vitales).
Trump lo desmintió el sábado pasado durante su mitin en Ohio, cuando de manera burlona reveló públicamente la manera como le impuso a otro cobarde: Marcelo Ebrard, la custodia de la frontera sur de México por parte de 28 mil soldados mexicanos para contener la migración hacia Estados Unidos.
“Vas a enviar a los soldados a la frontera porque es viernes a las trece horas, y el lunes a las ocho de la mañana impondré un arancel del 25 por ciento a todos los autos que nos robaron a la industria, y cualquier otro producto que vendan en los Estados Unidos tendrá un arancel de 25 por ciento”.
-Será un honor tener 28 mil soldados en la frontera-, respondió Ebrard.
Así dobló Trump a AMLO y a Ebrard.
López Obrador cobarde ante Trump.
¡Ah, pero no fueran los críticos a su Gobierno: los opositores, las feministas, la clase media, los ambientalistas, los intelectuales, los científicos, los médicos, los periodistas, los legisladores que rechazan sus reformas nocivas, los gobernadores, etc., porque, contra ellos sí, López Obrador se muestra desquiciado, furioso, colérico!
Muy machito en casa dentro de un palacio, detrás de un atril y protegido por el Ejército.
Muy cobarde contra Donald Trump y todos aquellos que desde el extranjero lo tildan, precisamente, de “cobarde matoncito”.
Ese es el Presidente de México.
Mal parado queda López Obrador dentro y fuera de México. Su figura ha palidecido en las últimas semanas por la votación insuficiente en esa trampa llamada Revocación de Mandato, por el durísimo revés al no ser aprobada su retrógrada Reforma Eléctrica, y ahora, al ser exhibido por Donald Trump, a quien no se atrevió a desmentir y ni siquiera a refutar ni mucho menos enfrentar.