La guerra de la propaganda en Rusia

Recuerdo cuando era niño, en plena Guerra Fría, leía en revistas del eje occidental sobre experimentos que se realizaban en la Unión Soviética. Mi interés por la ciencia y por las teorías más avanzadas, que rayaban en la ciencia ficción, me permitían emocionarme con historias sobre las investigaciones que se conducían allá, la telepatía y la telequinesis, entre otros, eran de mis temas preferidos.

Rusia siempre se ha caracterizado por tener un aparato propagandístico bastante sofisticado, que aprovechan cualquier vulnerabilidad para ganar posiciones. Esto lo vimos en el 2016 cuando se aprovecharon de la “buena voluntad” de las redes sociales, para interferir en las elecciones de los Estados Unidos, en las que salió victorioso el “gallo” de Vladimir Putin: Donald Trump.

Pero entonces ¿por qué están perdiendo la guerra de propaganda? En un estudio liderado por un político de oposición ruso, llamado Alexei Miniailo, en conjunto con sociólogos, analistas políticos y de datos, intenta responder si los rusos quieren o no la guerra.

En el estudio, el 52% de los rusos apoya las acciones militares, comparado con el 30% que no está a favor. La principal emoción compartida por los usuarios en redes sociales rusas, tanto a favor como en contra de la guerra, es la “simpatía hacia los ucranianos” (30,4%). Solo el 2.4% de las entradas contienen alguna crítica u hostilidad hacia los ucranianos. El 40% de los usuarios que están en contra de la guerra tienen entre 18 y 29 años.

En conclusión, es una guerra que tiene dividido al país, que no es apoyada por los jóvenes, a quienes enviaron a luchar con un enemigo con el que empatizan. Esto ha hecho que Putin cada vez radicalice más su mensaje, al grado que está aislando a Rusia, bloqueando las redes sociales extranjeras, en su intento por tomar control de internet y su posicionamiento.

Los factores que más están afectando a Rusia para que no pueda posicionar su agenda son: la escala del conflicto, que tiene muchos frentes abiertos; la postura de Zelensky y su gabinete, que se hicieron uno con el pueblo; y la cultura de la “juventud de internet”, que rechaza tajantemente la violencia. En la guerra de la comunicación le está pasando a Rusia lo mismo que en la guerra por el control de Ucrania, es fácil tomar posiciones, pero les resulta muy difícil mantenerlas.

Lo que es un hecho es que, el mundo le está dando a Putin, una sopa de su propio chocolate.

El autor es fundador y presidente del Consejo de Metrics.

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