La pausa

El bombardeo mediático ha sido particularmente intenso a raíz del descubrimiento de la mansión que habita el junior en Houston, que como cascada primero y luego como incesante lluvia de meteoritos ha caído sobre el halo de la austeridad republicana que nos enseñó don Benito Juárez y que todos los días nos pide asumir el Mesías en sus homilías. Un agobio, por Dios.

Viva la pausa.

Se me antoja poner mi atención en temas realmente importantes como el cambio climático o el descenso de la pandemia de Covid-19 que ahora se vislumbra en el mundo. O celebrar la brillante actuación de nuestro patinador Donovan Carrillo en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022.

Aunque parece lo contrario, no es tan difícil encontrar informaciones gratas acerca de la educación de los niños, el cultivo casero de hortalizas, la preservación de los santuarios de la Mariposa Monarca en Michoacán o las opciones vacacionales “a prueba de Covid” que ofrecen establecimientos en diversos destinos turísticos de nuestro país, como ocurre por ejemplo en Puerto Peñasco, Sonora, en las inmediaciones de Río Frio, acá en el Estado de México, o en la sierra Norte de Puebla. Descubrir o redescubrir Cuetzalan en una posibilidad harto atractiva, por ejemplo. Se trata auténticamente de un pueblo mágico colmado de leyendas y tradiciones y literalmente encaramado entre las montañas, rodeado de una vegetación lujuriante. Y suficientemente aislado.

En esa búsqueda de temas más gratos que los que abundan en las misas mañaneras de Palacio Nacional me topo con una insólita información de la agencia NotiPress: resulta que los mexicanos –y las mexicanas– que compran en línea gastan más en juguetes eróticos que en artículos de belleza o en alimentos.

2021, se observó un aumento del 10 por ciento en la creación de tiendas online de este rubro. Durante diciembre de 2021, el cinco por ciento de las tiendas creadas en la plataforma Tiendanube fueron relacionadas con la venta de estos productos.

Pura cachondez.

Pone la información que al cierre del 2021, el mercado de productos eróticos en el mundo valía 34 mil millones de dólares y que se espera que para el 2025 tenga un valor de 48.3 miles de millones. Los países que suelen consumir más este tipo de productos son Nueva Zelanda, cuyas ventas se triplicaron al inicio de la pandemia de acuerdo con el medio The Guardian, así como Dinamarca y Colombia, quienes duplicaron sus ventas de igual forma cuando inicio el confinamiento.

El ticket promedio a nivel nacional de los llamados productos sexuales es de mil 716 pesos, el más alto que el de otras categorías. Por ejemplo, el ticket promedio de Moda es de mil 360, el de Salud y Belleza, de mil 173, y el de Alimentos y Bebidas de mil 146 pesos.

El country manager (así se les dice ahora) de la empresa Tiendanube, Juan Martín Vignart, comentó que ellos esperan la misma tendencia de crecimiento en juguetes y consumibles eróticos en todo el país de cara al San Valentín. Dijo que de por sí los meses más fuertes de esta categoría son enero y febrero al tener un incremento de ventas en hasta un 50 por ciento.

Entre los productos eróticos más vendidos en la tienda en línea a nivel nacional se encuentran sex toys como vibradores y los dildos, los cuales son los preferidos de los clientes, así como las bombas de vacío electrónicas, el gel estimulador y el amarre de cuatro puntos. Guau.

En fin, creo de verdad que mucho del barullo noticioso que nos agobia es fomentado por nosotros mismos, al no solo darles acogida a tales estridencias sino además compartirlas y reproducirlas en los medios y en las redes. Por eso me parece una gran idea –debo reconocerlo– esta jalada de la pausa, ahora sí. Válgame.