Teléfono móvil, adicciones y dolor

Por Héctor L. Frisbie

Una estrategia útil seria designar un día a la semana o periodos diarios de al menos 2 horas en las cuales nos mantendremos alejados del teléfono.

El uso de dispositivos móviles como tabletas electrónicas o teléfonos móviles se ha convertido en una actividad cotidiana para un importante grupo de personas alrededor de todo el mundo. Lo que conocíamos como un teléfono, ha evolucionado y ahora es una herramienta de convivencia virtual y el hablar a través de esos dispositivos es una función que cada vez es mas inusual. El uso de estos instrumentos son una puerta al mundo y esto puede favorecer una necesidad que muchos hemos tenido, la necesidad de escapar de nuestra realidad y creamos una realidad paralela, como un rol de actuación en el cual configuramos un personaje y lo intercalamos con quien realmente somos en la vida cotidiana. El patrón de conducta del uso de estos dispositivos poco o nada difiere del uso de una sustancia psicotrópica o droga

El iniciar y terminar el día con la necesidad de conectarse a través de un dispositivo electrónico es una compulsión inconsciente ante la cual la mayoría de las personas ya no lo reflexionan ni se plantean la pregunta inicial recomendada para controlar alguna adicción “¿Lo necesito o lo quiero?

La conducta compulsiva asociada a una adicción al no ser satisfecha causa ansiedad. No es raro ver como una persona al perder acceso a su adicción, al dispositivo electrónico, sufre ansiedad, ataques de pánico y pierden el control de sus palabras y acciones. Una estrategia útil seria designar un día a la semana o periodos diarios de al menos 2 horas en las cuales nos mantendremos alejados del teléfono y por absurdo que parezca solo atenderemos llamadas telefónicas o llamadas recibidas a través de alguna aplicación, prescindiendo del “tiempo de pantalla” ¿Quienes de ustedes podrían?

Un motivo de preocupación ya no de salud mental sino de salud física es el incremento importante observado en la consulta de personas jóvenes, adolescentes incluso niños con procesos de dolor crónico, dolor de cabeza, alteraciones visuales, alteraciones en los hábitos alimenticios, alteraciones del ciclo de sueño y problemas de columna.

Hemos estado viendo un crecimiento importante en el numero de personas jóvenes con dolores musculares en manos brazos cuello y espalda. Esto puede asociarse a dolor de cabeza o incluso el dolor de cabeza o cefalea puede ser el único hallazgo. Se han incrementado de manera importante los casos de personas con dolores en antebrazos palmas y dedos de ambas manos por mantener el teléfono constantemente en las sostenido o teclear con los dedos pulgares índice y medio.

Hay publicaciones en artículos de dolores crónicos de espalda de cuello que en algunas ocasiones son incapacitantes y este riesgo se incrementa en personas con un estilo de vida sedentaria, ya sea sedentarismo asociado a la actividad profesional o por una falta de actividad física/atlética en los tiempos libres.

Como cualquier conducta adictiva lo primero es reconocerlo y sé que muchos de ustedes al leer o escuchar esto tendrán una larga lista de excusas, razones y justificaciones para no dejar de utilizar los dispositivos. Esos intentos de justificar también son parte de la conducta adictiva.

El advenimiento de dispositivos móviles en los últimos 10 años ha causado cambios en el estilo y ritmo de vida de una gran cantidad de personas a nivel mundial. Como cualquier otra herramienta tecnológica necesitará encontrar su punto medio y quienes así lo decidan recuperarán el contacto personal con seres queridos y fomentar las relaciones interpersonales. De no hacerlo así las consecuencias serán el aislamiento y la falta de herramientas sociales para interacciones saludables lo cual dificulta más la convivencia entre las personas

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